DOMINGO 20 DE MARZO 2016.
SIETE DE LA TARDE.
El concierto duró una hora y cuarto. Alternaron los dos conciertos de Vivaldi interpretados por el cuarteto de cuerda con el Magnificat de Galuppi y el salmo 42 de Mendelssohn (Coro Gaztambide, tiples del Conservatorio y la soprano).
El cuarteto "Amalgama" -del Conservatorio Superior de Música de Navarra- sonó limpio y agradable tanto en el Concierto Madrigalesco en Re menor como en el concierto para cuerdas en Sol menor, ambos de Vivaldi.
Se comportó de forma más irregular en el acompañamiento al Coro. Aunque Baldassare Galuppi era tan veneciano como Vivaldi se les resistió algo más, especialmente a los dos violines. En el inicio instrumental del Gloria, quinta pieza del Magnificat, se diluyeron. No se notó apenas pues el Coro lo compensó de modo brillante. El público estaba más atento a las voces que a los serruchos. En el resto del Magnificat cumplieron.
El coro mimó el salmo 42 de Mendelssohn, especialmente al principio en "Wie der Hirsch schreit". En el Magnificat terminaron con "Sicut erat in principio" ganándose al auditorio con una gran interpretación. Me sorprendieron gratamente las diecisiete voces masculinas y las veintisiete femeninas, muy maduras, con una media por encima de los cincuenta y tantos. Hay que destacar la dirección de José Mª Lafuente, profesor de coro del Conservatorio de Tudela, que sobresalió también como comunicador ante los escuchantes.
La soprano Arantxa Isañeta -formada en Musikene- brilló acompañada de cinco tiples (cuatro alumnas y un alumno del Conservatorio) en Suscepit Israel del Magnificat y en en Maine Träner sind meine Speise del salmo 42. En los solos se mantuvo muy equilibrada, a pesar de la acústica del recinto.
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