miércoles, 31 de julio de 2019

CRACOVIA EN DOS DÍAS




El jueves 25 de julio llegamos a Cracovia desde Wroclaw en Flixbus, tres horas y media de viaje contando la parada en Katowice. Desde la estación en diez minutos andando estábamos frente a la Barbacana. Construida en 1499 en respuesta a la ocupación Otomana para reforzar la defensa de la puerta, su muro de tres metros de grosor  está compuesto por piedra y ladrillo, que a su vez está rodeado por un foso. Se utilizó como polvorín y para guardar los cañones. También servía de paso simbólico para los desfiles de coronación, la vuelta de las tropas victoriosas y de los cortejos fúnebres de reyes o dignatarios. Se libró de la demolición de la muralla. 

 La puerta de San Florián (Brama Florianska) es de piedra caliza, a modo de gran torreón,  construida a partir del siglo XIII, aunque con añadidos posteriores. Es la única que se conserva de las siete puertas que tenía la muralla de los siglos XIII-XV. De las 47 torres subsisten solo dos. Los austriacos que ocupaban la ciudad demolieron la muralla en 1806. 


La Calle Florianska conecta la puerta con la Plaza del Mercado, siendo una de las más animadas de la ciudad. 

 Se trazó cuando a Cracovia se le otorgaron los derechos municipales en la segunda mitad del s. XIII. A finales del siglo XV la mayoría de los edificios en la calle Floriańska ya eran de piedra. A pesar de que la mayoría de los edificios se reconstruyeron (sobre todo a finales del s. XIX y principios del XX), se conservaron varios detalles que nos recuerdan su antiguo origen, muchas veces medieval. Es un tramo de la ruta real por la que pasaban los reyes para coronarse en Cracovia.










Dentro de Stare Miasto, en la zona interior del gran anillo ajardinado Planty garden Ring, todas las calles confluyen en la Plaza del Mercado. Es una de las más grandes  de Europa por sus dimensiones, un cuadrado de doscientos metros de longitud en cada lado. Se remonta al siglo XIII, conserva su trazado original de 1257, aunque la mayor parte de los edificios datan del XIV y XV –reformados en el XVII y XIX-. De ahí la variedad de estilos. Después de que la ciudad fuese destruida por la invasión de los mongoles en 1241, la Plaza de Armas fue reconstruida en 1257 y su papel comercial se amplió con la ubicación de derechos a la ciudad por el Gran Duque de Polonia Boleslao V.  

La Plaza de Armas fue diseñada en su estado actual, con cada lado repitiendo un patrón de tres, espacios uniformes y calles en ángulo recto hacia la plaza. La excepción es la calle Grodzka que es mucho más antigua y se conecta con la Plaza de Armas del Castillo de Wawel. Casimiro III el Grande, quién construyó el Sukiennice original de estilo gótico y el Ayuntamiento que ocupó casi una cuarta parte de la plaza. La Rynek Główny está rodeada por edificios antiguos de ladrillo (Kamienica) y palacios, la mayoría de ellos de hace varios siglos. 


La lonja de Paños (Sukiennice) ocupa la parte central de Rynek Glówny.  Se habilitó una zona techada bajo la que se concentraron los comerciantes de ropa por encargo del rey Casimiro el Grande. Tiempo después, a finales del siglo XIV, se levantó un primer edificio de estilo gótico, pero tras un incendio en 1555 se reconstruyó con la configuración actual de estilo renacentista por Giovani il Mosca de Padua. Se añadió un ático de piedra que tapa al tejado. En el siglo XIX se vieron obligados a añadirle las arcadas, cuya vistosa perspectiva atrae a multitud de tiendas de recuerdos y dos cafés. 


 La torre del ayuntamiento (Wieza Ratuzowa) es la única parte que se conserva del antiguo Ayuntamiento levantado en el siglo XV, demolido en 1820. Construido de piedra y ladrillos a finales del siglo XIII, tiene 70 metros de altura con una inclinación de 55 centímetros, resultado de una tormenta en 1703. ​ 



La última planta de la torre, con una plataforma de observación, está abierta a los visitantes. El casco gótico original que adornaba la torre fue consumido por el fuego causado por un rayo en 1680. La posterior reconstrucción de la torre se realizó entre 1683 y 1686, dirigida por el arquitecto real Piotr Beber, quien diseñó el nuevo casco barroco, que sobrevivió solo hasta 1783. 


La  ciudad de Cracovia se remonta a mediados del siglo X,  de esta época quedan pocos vestigios –iglesias de San Adalberto y San Andrés- pues la ciudad fue destruida durante las invasiones tártaras del siglo XIII. A partir de mediados del siglo XIV la ciudad renace con fuerza como capital del Reino de Polonia y Lituania, bajo dominio de la Dinastía Jagellón. 



San Adalberto –Kosciól Sw. Wojciecha-se construyó en el lugar donde San Adalberto de Praga predicó su sermón en el año 997, antes de ir de misionero a Prusia donde terminó como mártir, está considerado uno de los patrones católicos de Polonia. Los fragmentos de los muros románicos de la iglesia de San Adalberto y una portada escalonada con arcadas se exponen hoy casi dos metros debajo del nivel de la acera. Así se puede observar cuánto subió el nivel de Plaza Mayor a lo largo de los siglos. La imagen actual de este pequeño templo la dominan posteriores reconstrucciones, magnífico techo renacentista, en estilo barroco al principio del s. XVII (se elevó y se añadió una cúpula) y en el s. XVIII (se construyó la sacristía y la capilla del beato Wincenty Kadłubek)


El monumento a Adam Mickiewicz, poeta romántico más importante de Polonia y cantor de la independencia nacional, se sitúa al lado este de la lonja. La estatua original, de Teodor Rygier, se colocó en 1898 con motivo del centenario de su nacimiento. Fue destruida durante la ocupación nazi. La actual es una reconstrucción meticulosa del original, de 1955. Se encuentra acompañada de figuras alegóricas: la madre patria, el saber, la poesía y el valor.
Santa María (Kosciól Mariacki)-Virgen de la Asunción en la esquina de Rynek con Florianska, se edificó por primera vez en el siglo XII pero fue destruida en las invasiones tártaras. De estilo gótico, se empezó a construir en 1355 aunque las bóvedas y capillas se terminaron a mediados del siglo XV, y la torre menor a principios del XVI.                                   
 


  De ella destacan sus dos torres de altura desigual y diferente configuración. Esto se debe según la leyenda de los dos hermanos arquitectos que la construyeron, quienes apostaron por quien iba a construir la torre más alta. La más alta de 82 metros, es de 1478, de estilo gótico, y la más baja, posterior con 69 metros rematada por una cúpula renacentista



La más alta, Torre Vigía, o la Torre de la Corneta-Hejnal-, dado que desde hace 600 años, cada hora del día, desde lo alto de la torre se toca una corneta a modo de aviso a los ciudadanos. La leyenda explica que sufrió un flechazo en la garganta en 1241 cuando alertaba a la población de la invasión tártara. Por esto motivo, la melodía sigue interpretándose cada hora pero es interrumpida en el mismo punto en que el músico fue herido de muerte por una flecha lanzada desde el exterior y que le atravesó la garganta. Ahora es un bombero el encargado del toque de arrebato (hejnat mariacki). 


En el interior de la basílica destaca el políptico-retablo del Altar mayor de madera de tilo  –del artista de Nuremberg Weit Stwosz, que vivó en Cracovia de 1477 a 1496-.  Tiene trece metros de altura por once de ancho con las puertas abiertas. Los días de diario se abre el retablo a las doce menos diez.  Más de doscientas figuras en madera de roble.   Lamentablemente estaba en  restauración. Solo se veía l aparte cerrada. Proyectaban en una pantalla  un detallado documental  explicando la iconografía y los detalles artísticos para compensar la decepción de los visitantes.                                                                                          
 La sillería del coro, 1585-1635, con escenas bíblicas en relieve.      
                                                                                                                                                                                                                        
 El enorme sagrario (1552) en forma de iglesia renacentista es obra de Giovanni María Mosca, se encuentra a la entrada del coro.                                                                                             Un crucifijo de arenisca, de Veit Stoss ,1496,  en la nave lateral derecha.                                                           



 Se conservan algunas vidrieras góticas del 1370, en la cabecera. Y hacia la tribuna vidrieras modernistas de fines del XIX-Stanislas Wyspianski-. 





 Los murales en las paredes, derecha, ejecutados por Jan Matejko de 1899 a 1892.        

     
                                                                            


La Calle de los Canónigos (Ulica Kanonicza) constituía una parte de la llamada Vía Real que unía Wawel con la Puerta de San Florián. Fue habitada sobre todo por canónigos de la catedral. La casa del Deán, en el número 21, renacentista, 1580 –Santi Gucci- , destaca por la decoración “plateresca” de  su fachada. Aquí vivió Karol Wojtila en los años sesenta. En el número 19, con una modesta fachada neoclásica se sitúa el museo archidiocesano. En el 15 otro palacio renacentista sirve de sede a la Galería de Arte Ucraniano. En el número 12 de esta calle se encuentra también el Instituto Cervantes. Al final,número 25, se encuentra la antigua casa de baños real, hoy en día más conocida como Dom Długosza. 



La primera parada de la calle GRODZKA, paralela a la calle Kanonincza,  será en la plaza Santa María Magdalena, donde se encuentran la iglesia de San Andrés y la iglesia de San Pedro y San Pablo, dos de las iglesias más importantes de la ciudad. En esta plaza está la estatua (2001) de Piotr Skarga, jesuita polaco. 


La iglesia de San Andrés (Kosciól Sw Andrzeja) , de las clarisas, es fácil de reconocer por sus dos altas torres románicas, que están cubiertas por cúpulas de estilo barroco, así como por la imagen de robustez que dan sus muros de ladrillo. Aquí se refugió la población durante el asedio  tártaro.   Es un templo católico del siglo XI, es decir anterior a las invasiones tártaras y, por lo tanto, de los pocos edificios que sobrevivieron a ellas.  Su exterior, como corresponde al momento de construcción, es románico. Sin embargo, el interior – una sola nave- está remodelado en estilo barroco, del XVIII. Conserva un mosaico bizantino de la Virgen, de principios del siglo XIII, que según la leyenda habría protegido a los asediados.





La iglesia San Pedro y San Pablo (Kosciól Sw Piotra i Pawla), quinientos metros al sur del Rynek en la calle Grodka, es de estilo barroco, 1596-1605.  Planta de cruz latina rematada por cúpula, de la que se suspende un péndulo de Foucault.                
                                                                         


 Lo más destacado de esta iglesia es su bella fachada barroca de color blanco, construida a imagen y semejanza de la fachada de la iglesia del Gesú de Roma, sede principal de la Orden. En la fachada hay doce esculturas de piedra con las  figuras de los apóstoles, las cuales son copias de las esculturas originales que en el siglo XVIII fueron reubicadas en un patio interior de la iglesia. Destacan las esculturas de los santos jesuíticos: Ignacio de Loyola, Francisco Javier, Luis Gonzaga y Estanislao Kotska. En el frontón  hay un escudo del fundador King Zygmunt III Vaza. En el interior sobresale el estuco de la bóveda (1622-39), de Giovanni Battista Falcone, con escenas de San Pedro y San Pablo, y el retablo (1726-28) de Kacper Bazanka. La tumba de plata del obispo Andrzej Trzebicki, 1695. 

Su Universidad, fundada por Casimiro III de Polonia 3n 1364, el último soberano de la dinastía Piast, se consolida como una de las más importante. Se encuentra entre las calles sw. Anny, Jagiellonska y Golebia, en el perímetro del  antiguo barrio judío que sería progresivamente expropiado. En 1400 los residentes emigraron a Kamizierz, al sur de la ciudad. 

No pudimos entrar en el l Collegium Maius obra del gótico civil del siglo XV,  que se construyó por orden del rey Ladislao II, tan sólo 36 años después de la fundación de la universidad.   Nos perdimos la visita al  patio central, y el reloj, del que salen cada dos horas al ritmo de una música tradicional polaca figuras de madera que representan a algunos de los personajes más ilustres de la historia de la universidad –rectores, Jagelon y la reina Edwige-. Estaban con la ceremonia de graduación de Medicina. 

Solo entramos al jardín de los profesores donde unos paneles recuerdan la historia de los docentes universitarios represaliados por los nazis.    


                                                                                                                                                                                                                                                                                                        



Kazimierz e encuentra fuera del centro histórico y su ubicación se remonta al siglo XIV, cuando fuera de las murallas se empezó a construir una nueva ciudad fundada por Casimiro el grande en 1335. Le concedió una carta municipal y numerosos privilegios. Allí se trasladó la comunidad judía desalojada del barrio ocupado por la universidad.   Es a partir del siglo XIX cuando el barrio se convierte en asentamiento judío prácticamente de forma exclusiva En 1980 fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.


El corazón de Kazimierz es la calle Szeroka, que más bien es una plaza grande en la que se encontraban antiguamente cuatro sinagogas.  Sigue siendo el centro neurálgico del barrio. 





La Sinagoga Vieja (Stara Synagoga) es la más antigua de Polonia y se remonta a las segunda mitad del siglo XV. 
En su interior Museo de la Historia de los Judíos en Cracovia, de diez a cinco, diez pln, el lunes gratis. En 1557 sufrió un incendio, se encargó de la reconstrucción  Matteo Gucci en estilo renacentista, inspirada en las sinagogas de Praga y Ratisbona. En la sala de oración pueden verse un hema (altar) y un arca de la alianza. 
Sinagoga y cementerio Remuh: En la misma plaza, de 1533. 

El templo sería el obsequio para su hijo Moisés Isserles llamado Remuh, que desempeñaba la función de rabino de Cracovia y de rector de la yeshivá local (escuela talmúdica). Junto a ella se ubica un antiguo cementerio de 1533 que estuvo en servicio hasta 1800. 

Cuando en el año 1956 finalmente se procedió a la limpieza y a realizar un inventario, resultó que grandes partes del cementerio estaban vacías, sin huellas de las tumbas eliminadas. Durante las labores de excavación, se realizó un descubrimiento sensacional: se encontraron unas 700 lápidas algunas de la segunda mitad del siglo XVI. Habían sido enterradas en el siglo XVII para salvarlas de la invasión sueca. 


Hoy el cementerio alberga 711 tumbas, algunas en forma de sepulcros y otras en forma de lápidas independientes o matzevas. Como en el pasado las tumbas están cubiertas de piedras. 



La tumba de Remu´h no fue destruida por los nazis. Es uno de los cementerios judíos más interesantes de su época en Europa. 



Para la visita en señal de respeto las mujeres deben cubrirse los hombros y los hombres la cabeza. 


En el centro de la Plaza Nowy está un edificio de planta circular, antiguo mercado de 1899 –Okraglak Hala de ladrillo rojo-, después matadero de aves. Hoy en día se amontonan puestecitos en que podéis conseguir desde helados hasta las famosas zapiekankas.
De las siete sinagogas que siguen en pie la Sinagoga Tempel es una de las más interesantes, edificada en neoclásico de 1862. Merece la pena la decoración, con finos motivos de estilo morisco recubriendo el techo y la galería circular. Es la sede la Sociedad de los Judíos Progresistas de Cracovia (cuya manera de entender la religión y el culto judío se enfrenta a la ortodoxia judía).


LA COLINA DE WAWEL es el enclave de la ciudad medieval de Cracovia donde históricamente se ha concentrado el poder político y religioso, lo cual se representa con la presencia del Castillo Real y la catedral. 








Bajando hacia el sur desde la plaza del Mercado por la calle Kanonicza, llegarás a la Colina Wawel, un pequeño promontorio a orillas del río Vístula. La historia de ese lugar se remonta al siglo VI, cuando según leyendas medievales, en una de sus cuevas vivió un dragón, pero a finales del siglo IX  se construyó la fortificación del Castillo Real y la Colina de Wawel empieza a adquirir un rol como centro político de Cracovia. 


A partir de entonces dicho castillo pasó a ser residencia de distintos reyes polacos. Durante más de cinco siglos fue el centro político y administrativo de Polonia. 




En paralelo se convirtió en el principal centro de la Cristiandad en Polonia, sobre todo a partir de la construcción a partir del siglo XI de la catedral. Su valor mitológico reside en que se encuentra aquí una de las siete piedras mágicas  (Delfos, Jerusalén Delhi, La Meca, Roma, Velehrad), en el ángulo noroeste del patio del castillo.  Según la tradición ha evitado catástrofes en la ciudad, no sufrió daños durante la segunda guerra mundial. 




La Torre de Sadomierz: una de las tres torres de defensa de Wawel. Ofrece una panorámica del castillo después de subir 140 escalones de madera. La subida resulta bastante cómoda y las vistas desde el último piso merecen la pena. 

La estatua de Tadeusz Kosciuszko, de 1921. nos recibe a la entrada del recinto. Este general polaco participó en la rebelión de 1794 contra los rusos. Destruida por los alemanes en 1940 fue reconstruida en 1960.

La Catedral de San Wenceslao y San Stanislao- Katedra na Wawelu-se remonta al siglo XIV, 1320-1364, durante los reinados de Ladislao el Breve y Casimiro el Grande. Muestra una gran mezcla de estilos arquitectónicos, desde el gótico original hasta el renacentista y barroco. 
El castillo Real (Zamek Królewski) procede del siglo XI cuando el Rey Boleslao I Chrobry construyó una pequeña fortaleza junto a la capilla de la Virgen María.  Kazimierz Wielki –Casemiro III el grande- en el siglo XIV la convertiría en  un palacio gótico,  reconstruido tras el incendio de 1499 en estilo renacentista por Segismundo I Stary (Zygmunt I Stary) de 1502 a 1536. Dirigieron las obras Francesco Florentino y  Bartolomeo Berrecci.  



En 1595 hubo otro incendio, que afectó a la parte noreste. Pocos años después Varsovia pasó a ser la capital (1609) y su mantenimiento ya no era prioritario, a pesar de que las coronaciones reales eran en la catedral y los problemas de estado se discutían en Wawel. Tras ser reutilizado para diferentes usos por prusianos y austriacos del palacio renacentista queda poco, aunque se ha conservado la estructura de tres pisos completos, con el patio porticado en tres lados. Se restauró en 1918.  Acoge varios museos.
En el escaparate de una tienda de antigüedades junto a Rynek se expone un supuesto timbal barroco del XVIII. Diego pasó a preguntar. No salió muy convencido.



Fueron dos días bastante intensos de un lado para otro y me he dejado en el tintero las sabrosas comidas, los ratos de terraza en el Rynek, el desayuno en una Pierkarnia, la etapa reina del tour en una bodega-cervecería  especializada en deportes, recorrido por el centro comercial de la estación, etc...