miércoles, 31 de julio de 2019

SWIDNICA

Esta ciudad se encuentra a cincuenta y cinco kilómetros de Wroclaw. Fuimos en el tren de las nueve y veinte de la mañana. Desde Wr. Glowny hasta Swidnica Miasto  tardó una hora. El regional era bastante cómodo y tenía aire acondicionado, pero paraba en todas las estaciones y apeaderos.   La estación Swidnica Miasto está al oeste del Rynek-plaza del mercado-,  menos de diez minutos andando.





CATEDRAL (Katedra św. Stanisława i św. Wacława).

Se llega caminando hacia el este desde Rynek. El exterior de la catedral llama la atención por la altura de la torre, 103 metros, la más alta de Silesia. 


El acceso al interior es gratuito. Ha cambiado de manos católicas a protestantes varias veces. Es un templo de tres naves, de estilo gótico, con varias esculturas en las que fijar la atención, y otros elementos decorativos, no demasiados, lo que realza su línea arquitectónica. La visita se puede hacer en media hora. Ahora es la catedral, fundada en 2004, de la diócesis de Świdnica. La primera piedra de la iglesia puesta probablemente en 1330, por el príncipe Bolko II. Las dos torres en el oeste se terminarían   hasta 1525. En 1565, se terminó solo la sur. La renovación de la iglesia y su equipamiento lo obtuvo  gracias a los jesuitas (1671-1688). En su forma actual es una estructura orientada y de tres naves, en cinco tramos y con hileras de capillas en las naves laterales.


 Tiene cuatro portadas. Dos de ellas,  al oeste, con estatuas de piedra de la Virgen María y los Santos Estanislao y Wenceslao se remontan a 1421, fueron restauradas en 1908, llevan a la nave principal.  


La del Norte, tiene figuras talladas de Sansón y Dalila, Phyllis y Aristóteles, se le llama Bednarskim o Puerta de la novia. En los contrafuertes de las fachadas se encuentran las  esculturas de Santa  Ana  de 1496  y la barroca de San Juan Nepomuceno.                                                


 El autor de la mayoría de los altares, púlpitos, marcos ovalados, el altar mayor, inspirado en el altar de la Val-de-Grâce en París, es Johannan Riedel.                                                                  El creador de la llamada Orquesta Celestial, que se encuentra por encima del órgano de coro (1704-1708) y nueve estatuas de tamaño sobrenatural, establecidas a los lados de los pilares de la nave principal, es Georg Jerzy  Leonard Weber. Aquí también podemos ver las seis imágenes de la vida de San Estanislao  y  Wenceslao.

En la capilla mayor está la imagen del “asesinato de San Wenceslao” de 1668 por Michael L. Willmann y la muerte de S.Estanislao.      


                                                                                            
Merecen la atención: el tríptico gótico tardío de la escena de la Asunción con  las alas dobles pintadas de 1492, la Piedad de tamaño natural de cerca de 1410, el óleo sobre madera de la “Gloria de María” (se encuentra en la Capilla de la Virgen de Świdnica puesto en el altar barroco popular), y la pila bautismal de 1586, con una tapa de madera ricamente decorada y  dos sillerías pintadas de 1581. En las paredes hay numerosas lápidas y  epitafios del siglo XVI. 

IGLESIA DE LA PAZ  (de la Trinidad, Kosciol Pokoju)
Caminamos desde la catedral u  cuarto de hora hasta llegar a esta iglesia de madera.  Fuimos buscando la sombra, también en Polonia hace calor y pega el sol. En esta semana no ha bajado el termómetro de 20 grados y al mediodía rondaba siempre los treinta o un poco más. Las mañanas son más calurosas aquí porque amanece a las cinco menos cuarto de la mañana. 
Su origen histórico es bastante interesante. En 1648, el Tratado de Westfalia concedió a los protestantes luteranos en las zonas católicas de Silesia el derecho a la construcción de tres iglesias: en Głogów (Glogau), en Jawor (Jauer) y Świdnica (Schweidnitz). La condición era que se construyeran de madera y sin utilizar clavos, y que estuviesen situadas fuera de los confines de las ciudades. También se limitaba el tiempo de construcción a un año. De estas tres, se conservan dos, tras el incendio que destruyó la iglesia de la Paz de Głogów en 1758. Después de su restauración gracias a la  cooperación alemana, las iglesias de la Paz de Jawor y Świdnica fueron inscritas en la lista del Patrimonio de la Humanidad en 2001.



 Se encuentra dentro de un recinto tapiado y no tiene una torre que sirva de referencia. Una vez que se ve el exterior de la iglesia, acompañado por árboles, aunque bonito, no se puede imaginar el sorprendente interior que nos aguarda. 





 La taquilla de la iglesia se encuentra en una sala separada del resto del edificio. Se trata del baptisterio, así que no te vayas de allí sin echarle un vistazo a la pila bautismal de madera policromada. También hay vestiduras litúrgicas, un antiguo confesionario y los retratos de algunos de los sacerdotes que predicaron en la iglesia. Al salir, te encontrarás con uno de los elementos más curiosos: su campanario. Está separado unos cincuenta metros de la iglesia, así que puede que ni te des cuenta de verlo al entrar. Se añadió a principios del siglo XVIII cuando, obviamente, ya no había tantas restricciones como cuando se construyeron las iglesias de la Paz, que no podían tener campanarios.



En Swidnica se levantó en 1652 una estructura temporal, pero el conde Hans Heinrich von Hochber puso su dinero para levantar una iglesia en condiciones entre 1656 y 1657. El equipo constructor fue el mismo que el de Jawor, con la incorporación del carpintero local Kaspar Konig.






 La planta basilical fue enriquecida con un leve transepto que deja algo parecido a una cruz griega. Mide 1.090 m2 y puede acoger a 7.500 personas, 3.000 de ellas sentadas. Tiene cuatro gradas. 




Se añadieron la residencia del pastor, dos escuelas y una sacristía, que cayó en las guerras de Silesia, cuando la iglesia fue dañada y luego reparada. Pinturas, altar y órgano fueron incorporados durante los siglos XVII y XVIII.  



Llaman la atención las pinturas que recubren los pasillos de la nave central, del transepto, de las naves laterales, de los matroneos, de las barandillas y postes del matroneo… 



La Jerusalén celeste, los evangelistas, querubines con diferentes instrumentos musicales, escenas religiosas incluyendo un Juicio Final… 



Es abrumador. La visita puede llevar algo más de media hora, resulta inolvidable. Diego quería quedarse más. 





Salimos y entramos a cincuenta metros en un "bar de leche" -cantinas para currantes de la época comunista donde no se sirve alcohol y hay que comer con agua o refresco-. Diego comió pierogis, Conchi y yo el plato del día -primero una sopa de verduras, después carne con una especie de chucrut al estilo polaco-. Baratísimo. Éramos los únicos turistas del local, frecuentado solo por lugareños. La única desventaja era que hacía un poco de calor, no usan aire acondicionado. 

RYNEK  
El complejo de la ciudad vieja en Świdnica es uno de los más valiosos en Polonia, porque ha mantenido su diseño espacial medieval original. Es una plaza enorme, supera en tamaño a  la plaza mayor de cualquier ciudad española, El ayuntamiento se encuentra en el centro, y es como si estuviera rodeado por cuatro calles. 




El ayuntamiento del siglo XIII. Hoy en día alberga el Museo de Comercio Antiguo. La atracción esta Plaza son las obras del artista local Georg Leonard Weber (siglo XVIII) – las esculturas de San Florían y San Juan Nepomuceno y cuatro fuentes barrocas, una por cada esquina de la plaza. 



Entre ellas destacan especialmente la fuente del Atlas y la fuente de Neptuno con los caballos de mar y un acuario que está decorado con los escudos de Świdnica, Silesia y Bohemia. En frente de la tribuna del ayuntamiento se encuentra la Columna de la Santísima Trinidad, construida en 1693 de piedra arenisca roja por un artista desconocido, que una vez simbolizó el centro geométrico de la Świdnica medieval.




El ayuntamiento, construido en el siglo XVI y renovado numerosas veces, combina elementos góticos, renacentista y barrocos. No subimos a la torre, no estábamos por la labor, aunque según la información para turistas ofrece magníficas vistas. 

Paseamos buscando el resto de edificios interesantes que nos marcaba el plano que recogimos en la oficina de turismo. Vimos el edificio de una farmacia del XVIII, varias iglesias.  Nos tomamos un café en una agradable heladería italiana. 



Pasamos de nuevo por Rynek para localizar un cajero.





Cuando llegaron las seis y media volvimos a la estación.  Nos llevamos una magnífica impresión de esta ciudad que parece una Wroclaw o una Cracovia en miniatura. 




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