Sobre el solar del antiguo Alcázar tras un incendio en 1734. Su construcción fue encargada por el Rey Felipe V. Por eso decidió que fuera construido en piedra y ladrillo, para que no pudiera ser víctima de ningún otro incendio, siendo ampliado posteriormente por Carlos III, quien fue el primero de los reyes que lo hábito como residencia real. Posteriormente también residió el Rey Alfonso XIII , y por último el presidente de la segunda República, Manuel Azaña.
Proyectado por Juvara en 1735 y construido por Sachet de 1738 a 1764 bajo las influencias del clasicismo barroco. A partir de 1770, Sabatini añadió el ala sudeste y realizó la gran escalera. Es de destacar el gran patio que articula el edificio y la fachada principal que aloja el balcón y Escudo Real. Cuenta con unas 3400 salas, y es obvio que no son de visita pública no el 10% de ellas. Que pueda recordar la Sala del Reino y la sala de los espejos, la de la porcelana...
La puerta del Príncipe, en el lado este de la edificación, da acceso al patio central. Los jardines de Sabatini y Campo del Moro son otro de los atractivos del palacio, así como todas sus fachadas. Existe un debate a la hora de enmarcarlo en un estilo, dependiendo de los autores, unos se inclinan más por el barroco y otros por el neoclásico. Las dependencias interiores son muy numerosas y destacan el Salón de Alabarderos, el de las Columnas, el Salón de los Espejos y el Cuarto del Rey Carlos III, entre otros muchos. Se pueden contemplar pinturas de Velázquez, Goya, Rubens, El Greco y Caravaggio. A lo largo de sus 50.000 metros cuadrados, encontramos 870 ventanas, 240 balcones y 44 escaleras. Todos estos números hacen de él, el mayor palacio de Europa occidental.
El conjunto se corona con una balaustrada, a lo largo de la cual se disponen jarrones flamígeros (simulando antorchas), y en el centro de cada fachada, escudos con las armas de los Borbón. En un principio se proyectó coronar la balaustrada con las esculturas de todos los antiguos monarcas, pero la reina soñó una noche que el palacio se venía abajo por tanto peso, así que las mandó retirar, y ahora todas estas esculturas se pueden ver por todo Madrid decorando parques y avenidas.
Comenzó su construcción, según planos del arquitecto Filippo Juvara, modificados de manera notable por su discípulo Juan Bautista Sachetti. Durante su construcción, otros arquitectos introdujeron reformas en el proyecto, como por ejemplo Sabatini que rediseñó la escalera de embajadores, una de las principales joyas del palacio y que responde al esquema de tipo imperial con tres rampas paralelas de 5 metros de anchura cada una. En la bóveda tenemos los frescos de Giaquinto que representa el triunfo de la religión y de la iglesia. Otro ejemplo es el de Ventura Rodríguez que rediseñó la capilla.
La visita con la audioguía dura una hora y media larga, después visitamos la armería y nos deteniéndonos en el mirador hacia los jardines del campo del moro. Entramos a las doce y salimos a las dos y media, se nos hizo corto. Se ven cuarenta salas. En los palacios de Potsdam y Viena enseñan prácticamente todo y parecen más grandes de lo que son ene realidad. En Madrid se visita solo la décima parte del interior del edificio. No dejan hacer fotos. He buscado vídeos en YouTube para que os hagáis una idea si no lo habéis visitado.
VÍDEOS
Vídeo que sigue el orden de los visitantes y resu me en un cuarto de hora lo más interesante.
Cuarteto con la colección Stradivarius del Palacio Real
Las alfombras del Palacio Real
Como se viste la mesa para un banquete real
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