Llegamos sobre las once de la mañana. Después de tomar un café empezamos por
San Andrés, de la segunda mitad del siglo XIII
. Fue una de las nada menos que 18 parroquias con que
contaba la villa a finales de ese siglo. Al exterior, llama la atención la composición
de la cabecera en tres ábsides mudéjares; los registros decorativos se configuran
a base de ladrillo, presentando arcos de medio punto doblados y rectángulos.
La fachada sur reproduce la misma
articulación a base de arcos ciegos de medio punto. En las cornisas, en material pétreo
al más puro estilo románico, encontramos una interesante colección de canecillos
entre los que se distinguen elementos vegetales, seres del bestiario
fantástico, un asno tañendo un arpa, una figura a
caballo, etcétera.
Tras su última restauración, aparecieron
en ellos restos de pinturas murales al fresco.Afortunadamente todavía se conserva oculto el artesonado mudéjar original, en forma de artesa, de la nave central. Hoy no podemos apreciarlo porque está tapada por una bóveda de yesería realizada en 1818.
La exposición se divide en capítulos: para empezar, antaño, hoy, siempre,...
En San Andrés está el capítulo I Heri-Antaño.
Destacaremos:
- El relieve de la
Anunciación de Castrojeriz (XV), una de las seis obras aportadas por la diócesis de Burgos.
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Adán y Eva de Domingo de Amberes (1552, Pampliega-Burgos-)
-Cristo del Perdón de Salvador Carmona-escultor de Nava del Rey-(Atienza,17 53) Sigue la tradición de la Escuela valliisoletana (Rincón, Fernández,...) cien años después. Lo más curioso es la esfera representando el pecado original.
-San Miguel expulsa del Paraíso a Adán y Eva' , óleo sobre tabla de 1530 obra del Maestro de Becerril y procede de la iglesia de
San Miguel Arcángel en la localidad de Ventosa de la Cuesta.
En los colorido y la perspectiva presenta tanto influencias manieristas como flamencas.
Junto al Castillo se encuentra la Iglesia de
San Martín,segunda estación, En el exterior, los ábsides se decoran con arquerías ciegas de medio
punto dobladas, siendo la superior arquitrabada. La torre es
independiente y se sitúa a los pies del templo, junto a la triple puerta
de acceso. Fue desamortizada a mediados del siglo XIX, permaneciendo en
manos privadas y ruinosa hasta que la compró el Ayuntamiento y la
restauró la Escuela Taller en los años ochenta del pasado siglo XX.
En San Martín se exponen dos capítulos: In figura y Hoy.
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El Calvario de Pedro Berruguete forma parte del díptico Calvario y Piedad de la catedral de Palencia.
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Tríptico descendimiento. Ambrosius Benson.1532. Catedral de Segovia El renacimiento flamenco en todo su esplendor (gradación de colores para crear profundidad, detallismo,
tonos intensos en las telas y pliegues
de las vestiduras que las hacen semejantes a terciopelo) pero advirtiendo también matices italianos como la “utilización de sombras oscuras y un sombreado más negro que el de los demás artistas flamencos”. Se le conoce también como "el Maestro de Segovia".
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Regreso del hijo pródigo, Bassano, fines siglo XVI, catedral de Palencia.
Visualización de la conocida parábola del Nuevo Testamento (
Lucas,
15: 11-32) que ilustra el arrepentimiento del pecador y la bondad del
perdón. La ambientación encuentra su justificación en el banquete
ofrecido por el padre para celebrar el retorno del hijo, en el que según
el relato evangélico, se sirvió un becerro bien cebado. El pintor veneciano optó
por recrear el carácter festivo del encuentro ignorando la airada
protesta del primogénito. En su plasmación, Jacopo siguió el esquema interior/exterior,
y dio muestras de su conocimiento del arte flamenco al incluir motivos
habituales
como el buey desollado, el niño hinchando la vejiga, o el gato atacando al perro
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Pasamos por la puerta de San Martín, una de las mejor conservadas de la muralla, hasta llegar a
San Esteban. Documentada ya en 1247, era la iglesia de los hijosdalgo y donde se conservaba el archivo de la “Cofradía de la Cruz”.
Es una de las iglesias mudéjares más importantes de Cuéllar y de ella
sobresale su gran ábside de ladrillo, que en el exterior está formado
por un tramo recto y otro semicircular, alternando en su decoración
frisos de arcos de medio punto con ladrillos en esquinillas y huecos
adintelados.
En el presbiterio se encuentran
cuatro sepulcros mudéjares. En la parte frontal de los arcosolios
destacan por su extraordinaria decoración policromada, con formas
vegetales y geométricas, las yeserías mudéjares
enmarcadas por un alfiz con una inscripción en caracteres góticos. Estos
restos han sido recuperados a través de su reintegración cromática.
Recuperándose formas y decoraciones en las partes en que habían
desaparecido o se encontraban muy dañadas.
Igualmente se han restaurado,
consolidado y limpiado las pinturas murales góticas de los sepulcros
del lado del Evangelio, los propios sepulcros que se apoyan sobre
figuras de leones y las estatuas yacentes de alabastro.
En San Esteban se expone el capítulo IV Semper.
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Lágrimas de San Pedro, Pedro de Ávila, 1720, El Salvador, Valladolid.
Se trata de una escultura, de tamaño ligeramente
superior al natural, que representa a San Pedro sedente sobre unos peñascos y
en actitud suplicante como muestra de arrepentimiento. El escultor, en un
trabajo de acentuado naturalismo, se preocupa por dotar a la figura de un gran
dinamismo, recurriendo para ello a colocar las piernas cruzadas frontalmente,
el torso girado hacia la derecha, las manos unidas y levantadas a la altura del
pecho con gesto implorante y la cabeza elevada y girada hacia la izquierda.Sale en la procesión de Jueves y Viernes Santo en Valladolid.
-
San Jerónimo penitente. Berruguete. Sta. María la Real de Nieva, 1539
En
el tratamiento formal, en la talla excavada de su anatomía o incluso en
la inclusión de esos elementos naturalistas tan cercanos a los
utilizados en el retablo de San Benito el Real de Valladolid, como el
tronco de la parte posterior, se observa el sello ineludible del
maestro. La posición de las piernas evoca recursos miguelangelescos
releídos y el tratamiento de la cabeza y los harapos del ropaje encajan
con su modo de entender la expresión de la figura humana. No sólo se le
puede adjudicar sin duda la paternidad en lo que se refiere a la talla,
con todas las peculiaridades compositivas y anatómicas que singularizan
su obra, sino también la policromía, compuesta en su polifacético taller
y que ilumina con un cromatismo especial a sus creaciones..
Comimos en
Mi Casa al sur de la población, en el barrio de Santa Clara junto a Mercadona. Este restaurante abrió hace un año y nos fue recomendado por Jose Alfredo, experto en el arte de comer. Después de los entrantes, ensalada y ventresca de bonito con pimientos, Conchi se zampó el almuerzo del segador, Mª Luz y Fernando rabo de toro, el que suscribe unas chuletillas de cordero. Buen sitio, funcional, buena comida y elegante vino de la casa, un tempranillo de Valtiendas.
La
iglesia de San Miguel es la única iglesia de todas las existentes en
Cuéllar que figura como parroquia, pues el resto son filiales de ésta. Se encuentra situada en el centro de la población, en la plaza mayor,
y su fundación debió ocurrir en el siglo XI, a juzgar por los restos
más antiguos conservados. Posteriormente, debido a ser el principal
templo de la villa, y en gran medida a su ubicación, su estructura fue
modernizada según los distintos estilos de moda de los siglos
posteriores. Pese a ello, una de las piezas más importantes del conjunto se observa
en el exterior, concretamente en su torre: el reloj que aún permanece en
ella ha sido identificado como el primer reloj de torre instalado en
España del que se tiene noticia, datado a principios del XIV, este tema nos lo subrayó nuestro guía voluntario de Cantalejo. El reloj más antiguo, el encierro más antiguo,...Cada uno presume de lo que tiene.
En el Museo de las Tenerías pudimos conocer el proceso de
transformación de las pieles en cuero, el tipo y su procedencia, … Las tenerías de Cuéllar, conservan in
situ pilas exavadas en el subsuelo, noques de madera, canalizaciones y
diferentes empedrados. El jardín japonés de la entrada, con música zen de fondo, representa todo un acierto.
Al otro lado del paseo de San Francisco se levanta el
convento de la
Concepción, fundado en 1587. El conjunto es de líneas sencillas,
habiendo sufrido la iglesia varias riadas, la más dañina en 1651, se levanta un nuevo templo en 1739. La portada de la antigua iglesia
gótica es transversal a la actual y en ella se encuentran esculpidos en
piedra los escudos de los fundadores. El retablo del primitivo Altar
Mayor se encuentra movido para adaptarse al nuevo templo. Decorado en
1589 por el pintor Gabriel de Cárdenas Maldonado, representa escenas del
Nacimiento e Infancia de Jesús. Remataba el retablo un Calvario, que se
encuentra en un lateral de la nave de la derecha. En la actualidad el
convento sigue habitado por una congregación de monjas de clausura de
Madres Concepcionistas.
Como remate de la jornada paramos en Pastelería Delicias. Nos tomamos un helado y compramos las famosas delicias. El jefe nos comentó que habían adquirido la marca "La tía Basi", ciegas de Pesquera. El imperio pastelero crece. El local resulta muy moderno y además de pastelería/tienda gourmet funciona como cafetería, heladería,... al estilo valenciano. Una villa de contrastes, Cuéllar, presumen de lo más antiguo y disfrutan de lo más moderno.De la Meseta al Mediterráneo en un santiamén.
