viernes, 18 de junio de 2021

RUTA DEL CLARETE IV: MUCIENTES

Mucientes, a mitad camino entre Fuensaldaña y Cigales, ha conseguido mantenerse como pueblo. No tiene casoplones ni adosados como las otras dos poblaciones. Han levantado casas nuevas y rehabilitado las antiguas pero conservando la estructura de núcleo rural. Milagrosamente el Ayuntamiento no ha cedido a la presión de los constructores a solo once kilómetros de Valladolid. Un caso a estudiar. 


Se encuentra a diez minutos de Valladolid, a caballo entre el páramo y los Montes Torozos, .Famosa por su clarete, englobado en la Denominación de Origen Cigales. En el paisaje de Mucientes podemos disfrutar de unos hermosos viñedos o majuelos.


Desde lejos el perfil del pueblo sigue estando marcado por la imagen de las ruinas del castillo y la monumental iglesia de San Pedro. Fue nombrado mejor municipio enoturístico de España en 2020 por la ACEVIN (Asociación Española de Ciudades del Vino).


Los muros más antiguos del castillo son del siglo X. Los demás restos son del XIII adelante. Aquí se celebraron las Cortes de 1506 y sirvió de residencia temporal para las reina Juana y su marido Felipe. En 2006, con motivo de las celebraciones del V Centenario de las Cortes el Ayuntamiento protege en su planeamiento urbanístico el altozano, el foso y sus alrededores para que, en unos años, se convierta en un gran parque público con los restos recuperados del castillo como eje central. Actualmente se desarrollan labores arqueológicas en los restos del castillo-palacio, que sirvió de prisión en tiempos de Juan II.


Entro fácilmente con el coche hasta la plaza y aparco a la sombra. Son las once y media de la mañana del último viernes de esta primavera y los jubilados disfrutan tomando café en las terraza del bar junto al ayuntamiento. 



 La Iglesia de San Pedro es un edificio de piedra construido a lo largo del s. XVI con planos de Juan de Saravia. 




 La fachada principal ofrece un curioso aspecto al reunir elementos muy dispares, se aprecian los arranques de las bóvedas de un tercer tramo que no se llegó a terminar, restos de un arco conopial, una ventana de forma renacentista y una portada de estilo postherreriano. 



 La torre se levanta en el ángulo que forman la cabecera y el crucero,  desde donde Pedro López de Padilla es amenazado con ser tirado al oponerse a la inhabilitación de su señora: la reina Juana I de Castilla. 



Detrás de la Iglesia sobrevive la ermita de la Cofradía de la Cruz, del siglo XVII. en el siglo XVIII se usó de panera de la parroquia. En el XIX pasó a ser el lugar de reunión del concejo. Y durante más de un siglo hasta 2004 fue la escuela. 

Se restauró en 2015 y actualmente está ocupada por la oficina de turismo y la biblioteca municipal.



Como herencia a esta larga tradición vinícola ha quedado una gran zona de bodegas, muchas de ellas en uso, así como un Aula de Interpretación en la que poder contemplar, dentro de una gran bodega restaurada, todo el proceso de elaboración del vino de la zona. 








El barrio de las antiguas bodegas está cruzado por media docena de calles asfaltadas. A la entrada han colocado una escultura contemporánea de un carral.


Quedan algunas viviendas tradicionales de piedra, junto a la plaza, y otras de adobe , cerca de la zona de bodegas. 



En 2015 Manolo Sierra pintó doce murales repartidos `por todo el pueblo.


En la ofician de turismo te entregan un tríptico para que puedas pasear la ruta de los murales.





Se conservan algunos tramos de la cerca-muralla medieval. En la calle que conduce a las bodegas un cartel nos informa del tema.




Según salimos hacia Fuensaldaña nos topamos con otro barrio de bodegas, más moderno.



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