AUDITORIO NFM WROCLAW
VIERNES 28 DE FEBRERO A LAS SIETE DE LA TARDE
PROGRAMA
RICHARD STRAUSS
Serenata en mi bemol para instrumentos de viento Op 7 Trv 106
Concierto número 2 en mi bemo mayor para trompa y orquesta Trv 283
A BRUCKNER Sinfonía número 3 en re menor WAB 103
La Serenata de un solo movimiento en mi bemol mayor para instrumentos de viento , inspirada en la música de la era clásica, fue compuesta en 1881, cuando el artista tenía solo diecisiete años.
Sociedad Musical Artística de Buñol 2020
Compuso su Concierto n.º 2 en mi bemol mayor para trompa y orquesta en 1942 en Viena, es decir, en la última fase de su carrera, cuando volvió a la música de la época clásica como fuente de inspiración. Dedicó su obra a la memoria de su padre, Franz Strauss. Fue un excelente trompista, músico de la orquesta de la corte de Múnich, conocido por su gusto conservador: no consideraba las obras de Wagner como música, lo que no le impidió interpretarlas brillantemente. Su habilidad también fue apreciada por el autor de Parsifal , quien afirmó que Strauss tocaba tan bien que no podía permanecer enojado con él por sus opiniones. Esta alegre pieza en tres partes parece ser una contradicción directa con los tiempos sombríos en los que fue escrita, que también fueron difíciles para el anciano artista.
Gewandhausorchester 1984
La Sinfonía n° 3 en re menor de Anton Bruckner se llama "wagneriana". En septiembre de 1873, su autor conoció a Wagner y le mostró las partituras de su Segunda y Tercera Sinfonías (que en ese momento aún no estaban terminadas), preguntándole cuál le gustaba más. Wagner eligió la Tercera , y Bruckner, satisfecho con esta decisión, se la dedicó.
Esta sinfonía se desarrolló entre 1873 y 1889, periodo en el cual la obra experimentó un largo proceso de revisión. La obra tiene fama de ser la más revisada de la producción sinfónica de Bruckner, y existen no menos de seis versiones, tres de ellas muy interpretadas en la actualidad
La primera versión de la obra contenía muchas citas, entre ellas: de La Valquiria o de Tristán e Isolda . Fue presentada a la Filarmónica de Viena, pero la orquesta la rechazó por considerarla inadecuada para su interpretación. Bruckner reelaboró a fondo la obra y esta vez fue aceptada, pero la mala suerte continuó persiguiendo al compositor: el director Johann von Herbeck, que había aceptado dirigir la sinfonía, murió poco antes del concierto. Su lugar fue ocupado por el propio compositor, lo que terminó en un absoluto desastre. Era un director terrible y el público, reacio a tocarlo, empezó a abandonar la sala durante la pieza. El compositor dejó de lado lo "wagneriano" durante una docena de años, antes de preparar finalmente su versión final. Hoy en día, los estudiosos consideran que la Tercera es la primera de las sinfonías maduras de Bruckner y es interpretada con entusiasmo por directores interesados en la música del gran austríaco.
HRsinfonieorchester Frankfurt 2014
Wiener Philarmoniker Primer movimiento
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