Viena a finales del XIX
y principios del XX es una ciudad en ebullición. Con dos millones de habitantes
es la capital del Imperio Austrohúngaro que abarca amplios territorios desde
Centroeuropa hasta el Mediterráneo. La
ciudad fue escenario de una fluida comunicación
entre disciplinas, promovió la
innovación en la creación artística y la apertura de nuevos territorios de pensamiento.
Si a finales del siglo XIX París era la capital cultural del mundo y Londres su
gran metrópolis, la tercera variable de la ecuación europea fue Viena, cuna de todas las tensiones de su tiempo.
Vídeo
http://www.rtve.es/alacarta/videos/la-aventura-del-saber/aventuraviena/3023958/
En 1857 se derriban las murallas y se abre una gran avenida
Ringstrasse. A lo largo de los cinco kilómetros en este bulevar se construyeron entre
1860 y 1890 muchos de los monumentos más conocidos de Viena: la Staatoper
(1861-69), Brugtheater (1888), La iglesia Votiva (1879), el nuevo Ayuntamiento , Universidad, el Parlamento, los museos de Historia del Arte e Historia Natural. También fabulosos palacios, vastos parques e
importantes monumentos se concentran para formar el «escaparate» de la antigua
monarquía del Danubio. Estas obras atrajeron a miles de obreros llegados de todas las
partes del imperio.
Plano de Viena a mediados del siglo XIX, antes de la destrucción de l amuralla.
Plano del siglo XX, con Ringstrasse en el lugar que ocupaba el foso de la muralla.
Las dos veces que hemos pasado por Viena hemos encontrado movidas delante del Ayuntamiento. El años pasado tropezamos con una exposición de vehículos antiguos, el sábado 15 de junio de este año nos tocó atravesar la plaza en medio del festival arco iris.
Por eso no he podido hacer ninguna foto "en condiciones." la pasada semana del Rathaus. La segunda que tomé en octubre pasado puede servir como imagen del Nuevo Ayuntamiento, construido entre 1872 y 1883 por Fiedrich von Schmidt, en estilo neogótico inspirándose en el Ayuntamiento de Bruselas.
Más tranquilamente pudimos pasear por el resto de Ringstrasse.
El teatro de la Opera de Viena (Wiener Staatsoper en alemán) fue la primera de las construcciones que se finalizaron en el bulevar de la Ringstrasse. Se inauguraró el 25 de mayo de 1869 (se edificó entre 1861 a 1869) con la obra de Don Giovanni, de Mozart.
El domingo por la mañana nos acercamos andando a la Plaza de María Teresa. Habíamos sacado las entradas al Kunsthistorisches Museum por internet para no esperar colas.
La amplia plaza está presidida por el monumento María-Theresien-Denkmal. Fue ideado por Zumbusch en 1887. Maria Teresa fue emperatriz entre 1740 y 1780. Lo que tiene en la mano es la Pragmática Sanción, por la que su padre Carlos VI declaró la indivisibilidad de las regiones de Austria. A sus pies por un lado está el canciller Kaunitz y por otro nada menos que Mozart, Gluck y Haydin. Mozart está representado como un niño.
Plano de Viena a mediados del siglo XIX, antes de la destrucción de l amuralla.
Las dos veces que hemos pasado por Viena hemos encontrado movidas delante del Ayuntamiento. El años pasado tropezamos con una exposición de vehículos antiguos, el sábado 15 de junio de este año nos tocó atravesar la plaza en medio del festival arco iris.
Por eso no he podido hacer ninguna foto "en condiciones." la pasada semana del Rathaus. La segunda que tomé en octubre pasado puede servir como imagen del Nuevo Ayuntamiento, construido entre 1872 y 1883 por Fiedrich von Schmidt, en estilo neogótico inspirándose en el Ayuntamiento de Bruselas.
Más tranquilamente pudimos pasear por el resto de Ringstrasse.
El teatro de la Opera de Viena (Wiener Staatsoper en alemán) fue la primera de las construcciones que se finalizaron en el bulevar de la Ringstrasse. Se inauguraró el 25 de mayo de 1869 (se edificó entre 1861 a 1869) con la obra de Don Giovanni, de Mozart.
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Paseamos por Herrengasse y entramos en el Pasaje Freyung, Situado en el Palacio Ferstel, atraviesa de punta a punta este elegante edificio palaciego. Con sus techos acristalados y los escaparates de elegantes tiendas, entre las que destacan una las de chocolate y joyerías, las galerías de este pasaje conducen hasta un patio con una esbelta cúpula acristalada en cuyo centro se levanta una preciosa fuente de mármol rematada en su parte superior por una estatua que representa el espíritu del mítico río Danubio
Siguiendo por Herrengasse llegamos hasta Michaelerplatz. Está dominada por la impresionante entrada al Hofburg, palacio imperial, construida por encargo de Francisco José. Se levantó en 1888 por el arquitecto Ferdinand Kischner, que actualizó el proyecto barroco de Fischer von Erlach.
Antes de volver al apartamento caminamos hasta Am Hof para ver Votivkirche. La construcción de la segunda iglesia más alta de Viena comenzó en 1856 como símbolo de gratitud por la fallida tentativa de asesinato del emperador Francisco José. La iglesia neogótica fue consagrada en 1879 con ocasión de las bodas de plata de la pareja imperial. Debido a su ubicación en la Ringstraße, la Iglesia Votiva también recibió el nombre de «catedral de la Avenida del Ring». En la iglesia, o mejor dicho, en el antiguo oratorio de la corte, se encuentra también un museo.
Sorprende el interior, tan gótico que cuesta creer se haya levantado en el XIX. Nos llamó la atención el «altar de Amberes», las vidrieras y el coro.
El domingo por la mañana nos acercamos andando a la Plaza de María Teresa. Habíamos sacado las entradas al Kunsthistorisches Museum por internet para no esperar colas.
La amplia plaza está presidida por el monumento María-Theresien-Denkmal. Fue ideado por Zumbusch en 1887. Maria Teresa fue emperatriz entre 1740 y 1780. Lo que tiene en la mano es la Pragmática Sanción, por la que su padre Carlos VI declaró la indivisibilidad de las regiones de Austria. A sus pies por un lado está el canciller Kaunitz y por otro nada menos que Mozart, Gluck y Haydin. Mozart está representado como un niño.
Entre 1870 y 1918 coinciden aquí multitud de personajes
como Sigmund Freud, escritores como Karl Kraus, músicos como Brahms, Johann
Strauss, Anton Bruckner, Arnold Schönberg, Alban Berg, Alma Mahler y Gustav Mahler, arquitectos como Otto Wagner
, Joseph Olbrich y Camillo Sitte, pintores como Gustav Klimt, Egon Schiele o
Oskar Kokoschka, el físico Erwin Schröndinger, la pacifista Bertha von Suttner,
el filósofo Ludwig Wittgenstein, políticos como Max Adler o Otto Bauer, los emperadores
Francisco José y Sissi.
El café Central abrió sus puertas en 1860, en Herrengasse. A finales del siglo XIX se convirtió en uno de los puntos de encuentro más importantes de la intelectualidad vienesa.
El café Central abrió sus puertas en 1860, en Herrengasse. A finales del siglo XIX se convirtió en uno de los puntos de encuentro más importantes de la intelectualidad vienesa.
En palabras de Zweig: “Se puede comparar el prestigio de
Viena en la Belle Époque, en términos artísticos y culturales con la Florencia del Renacimiento. Simbólicamente,
el 3 de abril de 1897, el mismo día del fallecimiento de Brahms, Viena entra -
adelantándose a cualquier otra capital europea-
en el arte del siglo XX. En esa fecha un grupo de cuarenta artistas plásticos
(arquitectos, pintores, grabadores, ilustradores, diseñadores y escultores)
presididos por Gustav Klimt se reúnen para formar la Secession, un movimiento
que irrumpe contra la conservadora Academia Imperial de Artes Plásticas y
revolucionará en poco tiempo el panorama artístico de la capital de los
Habsburgo; cinco días más tarde se anuncia la elección de Gustav Mahler como
director de la Ópera Imperial, decisión que contó con el apoyo decisivo de un
Brahms ya muy enfermo en la que sería una de sus últimas actuaciones públicas.
En la Österreichsische Galerie Belvedere, que visitamos el martes por la mañana, disfrutamos de la pintura vienesa de los siglos XIX y XX. El público aprecia especialmente las obras de Klimt.
Vídeo sobre el movimiento Secession y modernismo en Viena en https://www.elmundo.es/promociones/native/2018/04/16a/
En este mismo museo vimos el retrato de Mahler dirigiendo la orquesta filarmónica de Viena pintado por Max Oppenheimer.
En la Österreichsische Galerie Belvedere, que visitamos el martes por la mañana, disfrutamos de la pintura vienesa de los siglos XIX y XX. El público aprecia especialmente las obras de Klimt.
Vídeo sobre el movimiento Secession y modernismo en Viena en https://www.elmundo.es/promociones/native/2018/04/16a/
En este mismo museo vimos el retrato de Mahler dirigiendo la orquesta filarmónica de Viena pintado por Max Oppenheimer.
A las muertes de Brahms y Bruckner, la de éste ocurrida en
octubre de 1896, se suman pronto la del liederista Hugo Wolf (1860-1903) - que, como
Rott, acabará sus días en un asilo de alienados- y la de Johann Strauss II (1825-1899), el
"rey del vals", gran amigo de Brahms y sin duda el músico más
escuchado en los parques, cafés y bailes a los que tan aficionada era la alegre
burguesía vienesa de entonces. Gracias
al autor de “El Danubio azul” esa irrepetible conjunción de música culta y
sensibilidad popular que es el vals alcanzará sus más altas cimas.
Paseamos por Stadtpark, jardín romántico del siglo XIX, el viernes después de comer, buscando la sombra. Tomamos café en una de las agradables terrazas del parque. Junto al estanque encontramos la estatua de Strauss, de Edmund Hellmer . Está representado mientras toca el violín ante su orquesta. La figura está hecha dorado, material muy utiliado en todos los monumentos de Viena. Debajo hay un pedestal con una inscripción, y detrás, un arco de mármol decorado con hojas. Una curiosidad: es el monumento más fotografiado de Viena. Muy cerca le acompañan otros compositores como el busto de Bruckner y el monumento a Franz Schubert.
Visitamos el viernes por la mañana Zentralfriedhof, el cementerio más grande toda Europa. Llegamos en el tranvía 71, un viajecito de media hora. Lo primero que encontramos fue el espacio dedicado a los músicos. Nos detuvimos en las tumbas de los Strauss y de Schubert.
Es fácil establecer un cierto paralelismo entre la obra de los dos Gustav: Klimt y Mahler. El compositor apenas cumplió 51 años. Falleció de enfermedad coronaria, una endocarditis irreversible. En 1875 el joven de 15 años Gustav Mahler fue admitido como pupilo en el Musikverein, donde recibió una sólida formación en piano, armonía y composición. Allí terminaría sus estudios licenciándose en 1888. En el edificio del Musikverein volvería a entrar ya como director de la Orquesta Filarmónica de Viena. Si bien respetado, allí no fue muy querido, lo que lo llevó a abandonar el puesto en 1901.
Paseamos por Stadtpark, jardín romántico del siglo XIX, el viernes después de comer, buscando la sombra. Tomamos café en una de las agradables terrazas del parque. Junto al estanque encontramos la estatua de Strauss, de Edmund Hellmer . Está representado mientras toca el violín ante su orquesta. La figura está hecha dorado, material muy utiliado en todos los monumentos de Viena. Debajo hay un pedestal con una inscripción, y detrás, un arco de mármol decorado con hojas. Una curiosidad: es el monumento más fotografiado de Viena. Muy cerca le acompañan otros compositores como el busto de Bruckner y el monumento a Franz Schubert.
Visitamos el viernes por la mañana Zentralfriedhof, el cementerio más grande toda Europa. Llegamos en el tranvía 71, un viajecito de media hora. Lo primero que encontramos fue el espacio dedicado a los músicos. Nos detuvimos en las tumbas de los Strauss y de Schubert.
En su primer concierto, la Orquesta Filarmónica de Viena interpretó el vals compuesto por su protagonista, Johann Strauss, El bello Danubio azul. La Musikverin, sede actual de la Wiener Filarmoniker, se abrió al público en 1870. Nos detuvimos frente a su fachada, junto a Karlplatz, el martes cuando volvíamos del Nachsmarkt. Este edificio fue construido por La Sociedad de Amigos de la Música en un solar cedido por el emperador Francisco José. Se levantó según el proyecto del arquitecto danés Teophil Hansen, que se inspiró en el clasicismo griego. Desde aquí se retransmite el famoso concierto de años nuevo.
Es fácil establecer un cierto paralelismo entre la obra de los dos Gustav: Klimt y Mahler. El compositor apenas cumplió 51 años. Falleció de enfermedad coronaria, una endocarditis irreversible. En 1875 el joven de 15 años Gustav Mahler fue admitido como pupilo en el Musikverein, donde recibió una sólida formación en piano, armonía y composición. Allí terminaría sus estudios licenciándose en 1888. En el edificio del Musikverein volvería a entrar ya como director de la Orquesta Filarmónica de Viena. Si bien respetado, allí no fue muy querido, lo que lo llevó a abandonar el puesto en 1901.
El optimismo por un futuro que se esperaba mejor, choca con
la Gran Guerra y la Pandemia de gripe. Ese cambio se nota en el Schiele más
expresionista, o en las terribles pinturas sobre la guerra de Egger-Lienz o de
Anton Kolig. En 1918 mueren, junto al Imperio, Klimt, Schiele, Koloman Moser, y
Otto Wagner.
Conferencia de Luis Fernández-Galiano en la Fundación March
(Viena 1900-1918) https://www.youtube.com/watch?v=LsKpsAsPIBw
Conferencia de Pablo Sánchez Quinteiro Viena 1900: El camino a la modernidad https://www.youtube.com/watch?v=bQZpvpkUsmU
En el lado oeste de Karlplatz brilla el pabellón Secession. En 1897 Gustav Klimt salió, junto con otros artistas, de la conservadora Künstlerhaus y fundó una nueva unión de artistas que respondía al nombre de Secesión. En 1898 se terminó de construir el edificio con el mismo nombre. En el terreno de la Wienzeile cedido por la administración vienesa, cerca del Naschmarkt, Joseph Maria Olbrich construyó para el club, en 1898, un moderno edificio de exposiciones de estilo modernista.
Nos hizo un tiempo excelente. La temperatura no bajó de veinte grados ni subió de treinta en toda la semana. Eso sí , tuvimos que protegernos del sol en los espacios abiertos.
Nos hizo un tiempo excelente. La temperatura no bajó de veinte grados ni subió de treinta en toda la semana. Eso sí , tuvimos que protegernos del sol en los espacios abiertos.
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