lunes, 30 de marzo de 2020

SECTA SÓNICA, un grupo mítico de los 70

El nombre de este conjunto está inspirado en "La Secta de la Sabiduría Estelar" de Lovecraft. Comenzaron su andadura en 1975 cuando Xavier Pérez volvió desde Londres a Barcelona. 
Grabaron dos álbumes en el sello Edigsa: Fred Pedralbes (1976) y Astroferia (1977). 



Actuaban en directo en Zeleste, sala de referencia de la movida barcelonesa. Se empezó a hablar de rock laietiano porque este local estaba en la calle Platería justo al lado de la Vía Laietana. Además de Secta Sónica participaban de esta tendencia - cóctel de Jazz,  rock progresivo con toques mediterráneos y folk catalán-: Companya Electrica Dharma, Barcelona Traction, Colores, Toni Soler, Oriol Tranvía, Blay Tritono, Música Urbana, Iceberg, Orquesta Mirasol, etc. Todos ellos precursores de la fusión tan de moda en el siglo XXI.


El núcleo de músicos estables de la banda Secta Sónica incluía al bajo Xavier Pérez (Gato Pérez);  a los guitarristas Jordi Bonell, Rafael Zaragoza (Zarita) y Albert Cortina, y al batería Jordi Vilella (Drum-Drum). 



Por desgracia este conjunto duró muy poco porque Gato Pérez se pasó a la rumba catalana a partir de 1978.Inició su carrera en solitario en 1978 con la publicación de su disco "Carabruta", al que seguirían otros discos: "Romesco" en 1979, "Atalaya" en 1981, "Prohibido maltratar a los gatos" en 1982 y  "Flaires de Barcelunya" en 1983. El resto de los músicos  se buscaría la vida por otros derroteros pero más fieles al Rock. 



 El sonido de Secta Sónica sorprende aún hoy día a los amantes del jazz-rock y del rock sinfónico progresivo por el dominio en la ejecución instrumental. Solo pudo darse en aquella Barcelona que adelantó su movida unos años antes a la madrileña de los 80.

ARCHIVOS EN MP3
https://www.ivoox.com/secta-sonica-1978-audios-mp3_rf_2980738_1.html

VÍDEOS EN YOUTUBE

Fred Pedralbes (Álbum completo) 1976

Malambo de Rafael Barrett & "84" 


Álbum completo Astroferia  /1977)

Marchosa presentación y resumen de la actividad del grupo por 

Una curiosidad histórica para nostálgicos   Barcelona Traction en Canet Rock de 1979
https://www.youtube.com/watch?v=HyEFynRAwjI



sábado, 14 de marzo de 2020

RICHARD STRAUSS "CONCIERTO PARA OBOE Y PEQUEÑA ORQUESTA EN RE MAYOR"

BERLINER PHILHARMONIKER
Director: Simon Rattle
Oboe solista: Jonathan Kelly

Sábado, 7 de marzo a las siete de la tarde




A través de la página digitalconcerthall.com puedes suscribirte gratis por un mes para ver y escuchar  los conciertos de la Berliner Philarmoniker. Las grabaciones tienen un sonido extraordinario. Este concierto fue retransmitido en directo el día siete en el Auditorio Guggenheim de Bilbao. 

El concierto para oboe y pequeña orquesta de Strauss se estrenó en Zurich el 26 de febrero de 1946 por Marcel Saillet. Para entonces los Strauss se habían trasladado a Suiza con la ayuda de algunos amigos americanos y suizos, puesto que en Garmisch escaseaban la comida y el combustible para calentar la casa, y también por motivos financieros, dado que en la derrotada Alemania no quedaba vida musical y los derechos de autor por la interpretación de sus obras en el extranjero no le serían pagados si seguía residiendo en el país.

Me ha parecido interesante detallar la historia de esta composición.

El 30 de abril de 1945, el mismo día en que Hitler se suicidaba en su bunker de la Cancillería en Berlín, las tropas americanas de la 103ª División de Infantería y la 10ª División Acorazada entraban en Garmisch, donde residía el compositor, buscando casas donde alojar a sus tropas. Al llegar a la Zoeppritzstraße 42, el teniente Milton Weiss se encontró con un anciano que se acercó a su vehículo y le espetó: “Soy Richard Strauss, el compositor de El Caballero de la Rosa Salomé”. Por fortuna, el teniente era músico y le reconoció al instante. De esta manera la casa quedó libre de ser ocupada. Durante las semanas siguientes se hicieron frecuentes las visitas a la casa de los Strauss de soldados americanos, músicos en su mayoría, en las que le llevaban como regalo café, tabaco y gasolina, muy difíciles de obtener en la Alemania de finales de la guerra. Uno de estos visitantes era John de Lancie, oficial de cuerpo de inteligencia y oboísta de la orquesta de Pittsburg en la vida civil. En el transcurso de una conversación le preguntó si había pensado alguna vez en componer un concierto para oboe, a la vista de los bellísimos solos que confía a este instrumento en sus obras orquestales como Don Juan o Don Quijote, a lo que Strauss le contestó con un lacónico “no”En ese momento Strauss tenía ochenta años, su país había sido derrotado, los teatros habían sido destruidos y la vida cultural alemana había desaparecido. Unos meses más tarde de sus visitas a Strauss en Garmisch, John De Lancie recibió una carta de su hermano, destinado en el Pacífico Sur, con un recorte del periódico de las tropas acuarteladas en Okinawa donde se decía que Strauss estaba trabajando en un concierto para oboe porque así se lo había pedido un soldado americano. Strauss había olvidado el nombre de de Lancie y en el manuscrito escribió Concierto para Oboe sugerido por un soldado americano, oboísta de Chicago” (aquí confundió Pittsburg con Chicago). Más adelante cedió los derechos para el estreno de la obra en los Estados Unidos al propio De Lancie, pero éste tuvo que esperar hasta 1960 para poder tocar el Concierto, y hasta 1987 para grabarlo, una vez jubilado. El problema era que De Lancie era el segundo solista de su orquesta, y el privilegio de estrenar obras le correspondía al primer solista, Marcel Tabuteau. 

Kelly nos hace disfrutar del sonido del oboe. Toca todo el concierto a gran altura. A mí me ha gustado especialmente el tercer movimiento. El acompañamiento de la orquesta arropó de forma excelente al solista. 

Algunas críticas del concierto:

https://www.rbb-online.de/rbbkultur/themen/musik/rezensionen/buehne/2020/03/Sir-Simon-Rattle-dirigiert-die-Berliner-Philharmoniker.html

Entrevista con Jonathan Kelly, oboe solista de la Filármonica de Berlín: 
 https://www.eg-reeds.com/es/entrevista-jonathan-kelly-oboe-filarmonica-berlin/

Vídeo de otra entrevista a Kelly  en inglés -subtitulada en alemán-
 https://www.digitalconcerthall.com/es/concert/52533#










lunes, 9 de marzo de 2020

GIUSEPPE VERDI: "FALSTAFF"




Es la última ópera de Verdi; curiosamente es una ópera cómica. Está basada en  "Las alegres comadres" de Shakespeare". Volvió a inspirarse en el dramaturgo inglés, del que ya había musicado Macbeth (1847) y Otello (1887). Se estrenó el 9 de Febrero de 1893 en el Teatro de la Scala en Milán.


No tiene arias icónicas como otras óperas de Verdi, pero sí es una partitura redonda. Por el libreto, la sofisticación de su música, su carga dramática y hasta su final feliz. El discurso musical resulta complejo. Verdi se basó en la ópera bufa como género. Pero quería explorar los caminos que había abierto Richard Wagner.



Verdi es uno de los nombres con mayúscula de la historia de la lírica, y cerró su carrera poniendo música a esta frase: tutto e burla. Así termina esta obra. En esta ópera es fundamental sacar todo el potencial interpretativo a los cantantes para que se sostenga.
Falstaff necesita dinero y busca conseguirlo con placer y pocos escrúpulos, lo que le lleva a transitar por lo ridículo, pero también por lo ingenuo, casi como un muñeco de farsa. El libreto de Boito contribuye a esta dimensión de un personaje vapuleado, que representa una libertad gamberra e ingenua que a nadie hace daño. Boito concentra la fábula, elimina personajes secundarios que resultarían superfluos, genera un contrapunto de tono poético respecto a los acontecimientos más cómicos, haciendo aparecer en breves escenas al dúo de enamorados, Nannetta y Fenton, con diálogos rápidos y frescos, rebosantes de alegría, pese a las interrupciones y censuras.

En consecuencia, el Falstaff de Verdi está trufado de una serie de dúos de amor a los que acompaña, en la melodía, un leitmotiv sobre el estribillo “Bocca baciata non perde ventura. Anzi rinnova come fa la luna.” La partitura de Verdi es compleja y rica al no componerse de arias brillantes diferenciadas y pasajes de transición, sino que fluye encadenando formas y melodías cortas. La música orquestal es suculenta, tanto o más que las voces y, en todo caso, se podría decir que hay un equilibrio entre ambas.

Acto I: En la posada de la Jarretera, Falstaff es interrumpido por el Dr. Caius que ... de recibir sendas cartas iguales en las que solo varía la destinataria. ... en el que el corno inglés anuncia una especie de tonadilla popular.



FALSTAFF PREMIÊRE
Theater am Goetheplatz. Bremen
15 de marzo, a las seis de la tarde
Bremer Philahrmoniker dirigida por Marko Letonja


Análisis de Falstaff por José Luis Téllez https://www.youtube.com/watch?v=-H2vfIOa9-M





sábado, 7 de marzo de 2020

K. Penderecki Sinfonía N.º 7 'Las siete puertas de Jerusalén' para cinco solistas, narrador, tres coros y orquesta.



Penderecki compuso su séptima sinfonía en 1.996 para la conmemoración del tercer milenio de la conquista de Jerusalén. Según la historia sagrada, el rey David conquistó Jerusalén hacia el año 1000 antes de Jesucristo, convirtiéndola en la capital de Israel.
En la primavera de 1996 empieza su escritura, que prosigue durante el siguiente verano y otoño en su casa de Lusławice, alternando con sus giras de conciertos en Francia, Leipzig y Berlín. El manuscrito de la sinfonía fue terminado en Lucerna en el mes de diciembre. Se estrenó en Jerusalén el 9 de enero de 1997, interpretada por dos orquestas, la Orquesta Sinfónica de Jerusalén y la Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera, tres coros y solistas vocales, dirigidos por Lorin Maazel. El 14 de marzo se presentó en Polonia con la Filarmónica Nacional de Varsovia dirigida por Kazimierz Kord.




 Penderecki le ha querido dar el nombre de Sinfonía Nº 7, al no haber completado todavía la sexta. Una sinfonía vocal siguiendo la tradición iniciada por el propio Beethoven y seguida mas tarde por Mahler y otros compositores.La obra está escrita para seis voces solistas, comprendiendo dos sopranos, contralto, tenor, bajo y narrador, tres coros mixtos, una gran orquesta dividida en dos grupos, el primero situado en una galería sobre la sala, con tres clarinetes, clarinete bajo doblando clarinete en mi bemol, tres fagots, contrafagot, cuatro trompas, tres trompetas, cuatro trombones y tuba. El grupo principal sobre el escenario comprende cuatro flautas doblando dos piccolos, tres oboes, corno inglés, tres clarinetes, doblando clarinete en mi bemol y clarinete bajo, tres fagots, contrafagot, cuatro trompas, tres trompetas, cuatro trombones, tuba, 12 instrumentistas en la percusión, timbales, piano, celesta, órgano ad libitum, 18 primeros violines, 16 segundos violines, 14 violas, 12 violoncellos y 10 contrabajos.




Los textos cantados en latín pertenecen a la Biblia, al Antiguo Testamento, empleando Salmos y parte de los libros de los profetas Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel. En 1958 había empleado textos de los Salmos en su obra “Salmos de David”. La obra lleva la dedicatoria “Ad maiorem Dei gloriam et eius sanctae civitatis laudem aeternam”, para la mayor gloria de Dios y las eternas alabanzas de su ciudad santa.



El número 7 siempre ha fascinado a Penderecki. Su séptima sinfonía comprende siete movimientos como las siete puertas. El tema principal de los movimientos II y IV comprende siete notas diferentes. La obra termina con siete potentes acordes. El siete siempre ha sido considerado como un número misterioso y mágico.

Está estructurada en siete movimientos.
  1. "Magnus Dominus et laudabilis nimis in civitate"
  2. "Si oblitus fuero tui, Ierusalem"
  3. De Profundis
  4. "Si oblitus fuero tui, Ierusalem"
  5. Lauda, Jerusalem, Dominum (salmo 147)
  6. " Hajetà alai jad adonài" (Ezechiel 37, 1-10)
  7. "Haec dicit Dominus"


Auditorio NFM Wroclaw
Viernes 13 de marzo. Siete de la tarde.
NFM Wrocław Philharmonic Dirección: Krzysztof Penderecki

Iwona Hossa – soprano
Karolina Sikora –2ª soprano
Anna Lubańska – mezzo-soprano
Adam Zdunikowski – tenor
Piotr Nowacki – bajo
Sławomir Holland – narrador
Choir TBC
NFM Choir

Programa:
K. Penderecki
Sinfonía N.º 7 'Las siete puertas de Jerusalén' para cinco solistas, narrador, tres coros y orquesta.
El primer movimiento, Magnus Dominus et laudabilis nimis, Grande es el Señor y digno de toda alabanza, pertenece al Salmo 48. Los Salmos es uno de los Libros Poéticos de la Biblia. Es una colección de 150 poesías oracionales creadas por los antiguos israelitas a lo largo de su historia. La diferente numeración que se observa entre las traducciones se debe a la diferente división de varios salmos que empieza en el número 9. El desfase de una unidad se mantiene hasta el número 147. Se trata de poesías anónimas aunque han sido atribuidas a David, a Salomón o a otros personajes bíblicos.Después de unos acordes del metal acompañado por la percusión, el coro canta las dos primeras estrofas del salmo en forma de solemne himno, como una poderosa súplica. Los solistas vocales interpretan las tres primeras estrofas del Salmo 96, Cantate Domino canticum novum. Un interludio orquestal precede a un recitativo para soprano, repetido en contrapunto por el tenor y el bajo. El coro repite con fuerza el primer salmo aumentado con su último verso. En su parte final los solistas se añaden de modo íntimo al coro, terminando delicadamente con cierta incertidumbre.
El segundo movimiento, Si oblitus fuoro tui, Jerusalem, pertenece al Salmo 137, versículo 5. Si te olvido Jerusalén, que se me seque la mano derecha. Es cantado dramáticamente por la segunda soprano, seguido por un grave comentario de la orquesta, mediante pulsaciones de la cuerda y los timbales. Hace la función de puente hacia el cuarto movimiento. La entrada del coro es contestada brevemente por la soprano, terminando con los comentarios orquestales.
El tercer movimiento,De profundis, usa el texto del Salmo 130, versículos 1 al 5. Está interpretado por los tres coros a cuatro voces cada uno, cantando a capella o sea sin acompañamiento orquestal. Se trata de una de las partes más intensas y conmovedoras de la obra, uniendo los estilos antiguos y modernos.
El cuarto movimiento,Si oblitus fuoro tui, Jerusalem, empieza con una grave introducción orquestal, intensificada por la percusión y glissandos de la cuerda, con la soprano que repite la introducción del versículo del segundo movimiento. Continúa con la repetición de los anteriores comentarios orquestales, hasta la entrada de los coros, cantando un texto perteneciente al libro de Isaías 26,2 y 52,1. En el último se une la soprano a los coros, terminando repitiendo su dramática frase. Después de un nuevo comentario orquestal, finaliza el movimiento.
El quinto movimiento, Lauda, Jerusalem, Dominum,  corresponde al scherzo de la sinfonía. Es el más extenso y su texto corresponde al Salmo147, versículos 12 al 14. En él emplea especiales instrumentos de percusión. Como los tubafonos, unos instrumentos desarrollados por Penderecki a partir de los usados por los aborígenes neozelandeses. Están formados por baterías de inmensos tubos de plástico, cuyas oberturas han sido tapadas por paletas de matamoscas cubiertas de fieltro. La parte correspondiente al scherzo es eminentemente rítmica, remarcada por la percusión y el repetitivo canto del coro de modo amenazador. La cuerda y el viento presentan un interludio en forma fugada. La parte central corresponde al trio, en el cual el coro recita de manera camerística las estrofas centrales. Los solistas se le añaden en un modo elegíaco. Un intermedio orquestal empezando en la cuerda, con solos del piccolo, de la trompa y finalmente de la flauta, nos conduce a una repetición de la elegía por el coro y los solistas. La percusión aumentada abre la repetición del scherzo, con su ritmo obsesivo, conduciéndonos a un dramático climax,que sin pausa se encadena con el movimiento siguiente.
El sexto movimiento,Hajetà alai jad adonài, la mano del Señor se posó sobre mi, esta escrito en hebreo para recitador y orquesta, empleando el texto del Libro de Ezechiel 37, versículos 1 a 10. El narrador cuenta la visión de la resurrección de los muertos. La profecía de la resurrección de los huesos humanos secos esparcidos por los campos, es al mismo tiempo una alusión a la resurrección del pueblo judío después del holocausto. La cuerda, el metal y la percusión añaden poderosos comentarios evocativos a la voz del narrador. Una trompeta baja realiza un solo representando simbólicamente la voz de Dios. Nuevamente sin pausa se pasa al movimiento fin
El séptimo movimiento, Haec dicit Dominus, así habla el Señor, utiliza diversos textos de la Biblia. El primero pertenece al Libro de Jeremías, 21,8. Es cantado por el coro con cierta solemnidad. El tenor inicia un dramático recitativo con los textos del libro de Daniel 7,13 y el de Isaías 59,19. El bajo se le une en el intenso diálogo. Después de un breve interludio orquestal, los coros femeninos interpretan los versículos del libro de Isaías 60,1-2 sin disminuir la tensión. Los solistas femeninos continúan interpretando diversos dramáticos solos. El coro interrumpe empezando la recapitulación de la obra repitiendo el Salmo 48,2 del primer movimiento de la sinfonía de un modo más intenso y solemne. Y el canto de alabanza del Salmo 96,1 a 3, también como recapitulación del segundo tema del primer movimiento, donde los solistas repiten con insistencia la palabra annuntiate. Continúa una vez más repitiendo el coro solemnemente el primer tema con el salmo 48,2, intercalando un versículo del Salmo 48,15. La música se intensifica hacia su climax final, pasando por unas notas más sombrías antes de la triunfal cadencia final, con las palabras,
Se trata de una obra eminentemente tonal. El estilo de Penderecki sobre el tratamiento de los coros, ha variado desde el potente atonalismo de su Pasión, pasando por su más moderado Requiem, hasta su retorno a unos postulados más clásicos.

domingo, 1 de marzo de 2020

PUEBLOS AMARILLOS, ROJOS Y NEGROS

El domingo uno de marzo hemos ido de excursión en microbús. El viaje estaba organizado por una nueva agencia de viajes, "Solo o en grupo", situada en la calle don Sancho. A pesar del tiempo desapacible en los dos primeros pueblos -Alquité y Villacorta- ha resultado una experiencia muy agradable. Tanto la guía, Pilar, como el conductor, Luismi, nos trataron fenomenal. íbamos quince personas, como en familia. Paseamos por los pueblos de colores    - hoy del ayuntamiento de Riaza- amarillos, rojos y negros. Después comimos en Riaza y por la tarde paramos un rato en Sepúlveda. 







ALQUITÉ



En las faldas de un otero y a prudente distancia de la sierra, se enclava esta pequeña localidad de construcciones realizadas en cuarcitas, gneises y areniscas.



Tonalidades amarillas, ocres y pardas en un amplio entorno verde destacan a Alquité con su modesta arquitectura popular. Desde el otero y desde su pequeña y aislada iglesia de origen románico se tienen excelentes localizaciones sobre la sierra y la llanura.


En 1979 el municipio de Villacorta, que entonces contaba con las pedanías de Alquité y Martín Muñoz de Ayllón anexionadas ambas sobre 1850, desapareció, agregándose al municipio de Riaza.




La iglesia es de origen románico, una sola nave, bóveda de cañón. Se encuentra en un altozano alejada de las casas.


La entrada está orientada al sur. La portada tiene tres arquivoltas, El vano central con personajes y seres fantásticos. Un personaje que cabalga sobre arpía, cinco bestias aladas, un personaje con escudo, dos caballos luchando contra monstruos (lucha del bien y el mal).  El exterior e interior con motivos geométricos. En columnas capiteles con monstruos cuadrúpedos y arpías, parecen de la misma escuela que los relieves Santo Domingo de Silos. En el interior virgen románica de finales del XII o principios del XIII.

No pudimos acceder al interior. Hacía mucho viento y llovía a ráfagas. Se notan las gotas en las fotos. 



VILLACORTA


Es una de las localidades denominadas como “pueblos rojos” de la provincia de Segovia. Cogen ese nombre por las piedras ferruginosas y arcillosas de la zona, que les da el característico color rojizo, aunque también tiene un contraste con el negro de la pizarra que abunda por la zona y es muy utilizada por todas estas localidades. 



"El teleclub" y la iglesia estaban cerrados. Curiosamente el bar conserva el nombre del centro social de los años sesenta, cuando todos los vecinos se reunían allí para ver la tele.





Sobre una suave loma en la campiña del piedemonte serrano se extiende esta localidad. Un agradable casco urbano con calles anchas, sólida iglesia y entorno típico de localidad de campiña con tierras de cultivo, ermita y palomares. 






A la orilla del río Vadillo hay un antiguo molino harinero y aguas abajo, un robusto puente de cantería del siglo XVI. 





El antiguo molino reconvertido en hotel y restaurante Santa Catalina en cuyo campanario figura la inscripción "1949 en vos confía este pueblo y anejos".

MADRIGUERA




A 17 km de Riaza, por la carretera de Santibáñez de Ayllón, Es el núcleo más representativo de la arquitectura roja. Arquitectura de piedra ferruginosa y tierras arcillosas que contrastan con grises pizarras y cuarzos blancos.






La riqueza de su pasado se manifiesta en la arquitectura popular de los siglos XIX y XX: ricas casas con balconadas, rejerías y sólidos materiales constructivos




Su iglesia de San Pedro, en la que podemos apreciar la espadaña.  





Construida con piedra roja y a un costado del mismo el cementerio, que en su entrada tiene una curiosa inscripción.






 Estaba iglesia estaba abierta, qué suerte. 



Todavía hay algunos enterramientos en el suelo como el de la foto, frente a la capilla con l pila bautismal. 

El edificio del Ayuntamiento, que era un viejo casino cerró después de la Guerra Civil.



Ya en la carretera se conserva el antiguo Lavadero.






EL MUYO







"Muyo" es el apodo que se aplica a las personas mutiladas, es uno de esos pueblos casi abandonados que empiezan a resurgir gracias a la restauración de sus casas. 




La pizarra negra del lugar es el material constructivo de toda la arquitectura popular tanto en alzados como en techumbres. Construcciones sencillas caracterizadas por la ausencia de balcones. 


La esencia mineral y telúrica de la pizarra se sienten como en ningún otro lugar.






 La espadaña de su iglesia, en honor a San Cornelio y San Cipriano, destaca por encima de las casas de planta baja. Resulta curioso comprobar que el tejado del templo no es de lascas negras, sino que está construido por rojas tejas.   




Encontramos la taberna abierta. Nos tomamos un cafetito. Nos informaron que solo abre fines de semana cuando vienen de Madrid. Solo vive una familia en este pueblo, se dedican a la ganadería. 




No hay tiendas en estos pueblos. Una vez a la semana les recoge un autobús que lleva a Riaza a realizar las compras a los que no tienen vehículo propio. El panadero pasa dos veces por semana.