MAGNETAR. CONCIERTO NFM 16 de febrero 2024

 

Auditorio NFM Wroclaw

NMF Wroclaw Philharmonic

Director: Giancarlo Guerrero

Solista violonchelo: Johannes Moser

Programa:

R. Wagner Obertura a la ópera El holandés errante
C. Saint-Saëns Concierto para violonchelo n.º 1 en la menor, op. 33
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R. Wagner Obertura a la ópera Tannhäuser
E. Chapela Magnetar – concierto para violonchelo eléctrico y orquesta

1-La  introducción orquestal  El holandés errante. El héroe de esta obra, basada en hilos de leyendas escandinavas, es el holandés titular, condenado a errar, del que sólo el amor de una mujer fiel puede salvarlo. La obertura pinta de manera evocadora la imagen de una violenta tormenta en el mar. Aquí también hay un siniestro motivo marinero, que contrasta con la introducción con el tierno y delicado motivo del amor y la alegre y ligeramente atrevida melodía de la canción de los marineros del tercer acto. Según el compositor, la inspiración para pintar con los sonidos de una tormenta surgió de sus propias experiencias mientras navegaba de Riga a Londres en agosto de 1839. 

La Obertura del Holandés Errante, de Richard Wagner, es un logro  en dos sentidos: sintetiza maravillosamente el contenido dramático de la ópera utilizando temas asociados a personajes e ideas; y es, como una pieza musical independiente, un poema de tono llamativo que conjura vívidamente la turbulenta atmósfera del mar.

Orquesta Bayreuther Festpiele  dirige Woldelmar Nelsson  1985

La ópera se estrenó en Dresde el 2 de enero de 1843. Debido a que estaba demasiado avanzada para un público que esperaba otro brillante Rienzi - un gran éxito de Wagner en Dresde el año anterior - y debido también a problemas de casting y de puesta en escena, el holandés se hundió después de cuatro representaciones.

2- Concierto para violonchelo n.º 1 en la menor de Camillo Saint-Saëns. El francés escribió esta pieza en 1872 para August Tolbecqua. En esta composición, rompió con la forma tradicional de tres partes del concierto: es de un solo movimiento, pero hay tres secciones que se conectan perfectamente entre sí. La parte del violonchelo es sumamente virtuosa, especialmente en el brillante final, pero los valores musicales hacen que esta obra sea un gran éxito a pesar de esta dificultad.

Deutsches Sinfonie Orchester Berlin  Bryan Cheng

3-La segunda parte del concierto se abrirá con una obertura de la ópera Tannhäuser , escrita en 1845 , basada en cuentos y leyendas populares, cuyo héroe es el minnesinger titular, un músico y poeta errante medieval, el equivalente alemán de los trovadores franceses. Se presenta sugerentemente el contraste entre las dos esferas mostradas en este trabajo. El primero es el mundo de los caballeros piadosos y estrictos, simbolizado por un coral solemne interpretado por instrumentos de metal. El mundo de la promiscuidad se refleja en la animada y eficaz sección central, que utiliza sonidos para ilustrar el descenso del personaje principal a la cueva de Venus. La obertura de Tannhäuser contiene la mayor parte de los temas que después se desarrollan en la ópera. Esto ha hecho que sea una de las piezas de concierto más populares de Wagner.

Orquesta filarmónica de Berlín  Herbert von Karajan

4-La última pieza del programa es Magnetar , un concierto para violonchelo eléctrico y orquesta de Enrico Chapeli. El título hace referencia a un tipo de estrella con un campo magnético extremadamente fuerte. Esta obra colorida y de sonido extremadamente original fue encargada por la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles en 2011. El primer intérprete de la pieza (y al mismo tiempo la persona a quien fue dedicada) es Johannes Moser. 

La obra tiene tres movimientos: rápido, lento y brutal. Los datos de las bengalas tenían algunos segundos de ruido cósmico antes y después de la explosión, por lo que el primer movimiento viene y vuelve al ruido cósmico, que está representado por el uso de las manos y los pies - instrumentos ideales para las texturas caóticas de ruido controlado. El núcleo del movimiento tiene la línea de tiempo invertida: el decaimiento de la llamarada se convierte en una acumulación gradual hacia la gran explosión que se extingue en la cadencia solista. Esta cadencia representa tiempos tranquilos y pacíficos, cuando los magnetos se relajan y vuelven a su equilibrio.

El segundo movimiento explora las melodías que se acumulan en una mini llamarada (los magnetares también tienen pequeños estallidos), luego caen en un atasco fresco, y se apagan en el mismo ambiente etéreo de la cadencia. El tercer movimiento estalla de la nada en un e-cello totalmente distorsionado que conduce a un riff brutal, que se va acumulando gradualmente hasta la gigantesca llamarada final.

 Brevard concert orchestra