Estambul está separada por el agua en tres partes. Dos en Europa y una en la zona asiática de Anatolia. Varios puentes y muchos ferrys unen las tres orillas.
Prácticamente todos los visitantes se dan una vueltecita de casi dos horas en algún barco turístico. Se sale del muelle en la parte europea, al lado del puente Gálata. Según nos alejamos de la orilla vemos en la isla histórica, zona antigua, la mezquita de Suleiman.
No se notan olas, el Mármara está bastante tranquilo pero la brisa refresca de lo lindo. Con cerca de treinta grados nos tuvimos que poner la chaqueta a la media hora.
La primera mitad del recorrido pasamos junto a la orilla europea. Nos fueron describiendo las vistas de los barrios, de la torre Gálata, palacios, hoteles, rascacielos de multinacionales y empresas locales. Estambul tiene un barrio financiero como Francfurt.
PALACIO DE DOLMAHACE
Su aspecto en la fachada me recordó mucho a los palacios prusianos de Postdam. Fue utilizado para la administración del Imperio Otomano desde 1850 hasta 1922, hoy es un museo. Antes de la construcción del palacio histórico, la Armada Otomana estaba anclada en el lugar donde se encontraba. Con el tiempo, se transformó en un jardín privado donde los sultanes podían descansar. La construcción se inició durante el reinado del sultán Abdülmecit I, y su construcción se completó en 1855. Mustafa Kemal Atatürk, el fundador de la República, fue el último dirigente que residió aquí, se conserva su habitación.
PALACIO BEYLERBEYI
Se construyó en la década de 1860, en el barrio de Beylerbeyi, cuyo nombre significa “Señor de señores”, Y ocupa el espacio dejado por un palacio de madera anterior que fue destruido por un incendio y que pertenecía al sultán Mahmut II. Fue encargado por el sultán Abdülaziz (1830-1876) en estilo europeo. Hay quien dice que el Palacio Beylerbeyi es un Versalles en miniatura. Entre los visitantes ilustres: Eduardo VIII y la señora Simpson; el emperador austriaco Francisco José, la emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, y el Sha de Persia. Corre la leyenda de que la emperatriz Eugenia de Montijo quedó tan prendada de las ventanas del palacio de Beylerbeyi que mandó construir unas idénticas en el Palacio de las Tullerías de París. También se sabe que el Palacio Beylerbeyi fue el último lugar donde estuvo cautivo el sultán depuesto Abdulhamid II desde 1912 hasta su muerte en 1918.
Diseñado por el arquitecto Sarkis Balyan, según los
cánones de los estilos del Segundo Imperio, construido en mármol blanco con una
rica y barroca decoración interior. Solo tiene tres entradas principales, seis salones y 24 habitaciones.
LA TORRE DE LA DONCELLA