Opéra comique en cuatro actos
Música de Georges Bizet (1838-1875)
Libreto de Henri Meilhac y Ludovic Halévy, basado en la obra homónima (1845) de Prosper Mérimée
Estrenada en la Opéra-Comique de París el 3 de marzo de 1875
Estrenada en el Teatro Real el 14 de marzo de 1888
Producción del Teatro Real, en coproducción con la Royal Ballet and Opera de Londres y Teatro alla Scala de Milán
Carmen es la última ópera y obra maestra de Georges Bizet, basada en la novela de Prosper Mérimée. En esta ocasión llega al Real con una producción de Damiano Michieletto, que arroja una nueva luz sobre la lujuria, la violencia y la pasión de la popular ópera. La producción contará con grandes voces como Aigul Akhmetshina, que regresa al Teatro Real tras su aplaudida Elisabetta de Maria Stuarda o artistas de la talla de Michael Fabiano, Charles Castronovo o J’Nai Bridges. Al frente la Orquesta Titular del Teatro Real estará la maestra Eun Sun Kim, actual directora musical de la Ópera de San Francisco, y primera mujer en dirigir una ópera en el Real tras obtener el primer premio del Concurso Internacional de Dirección de Ópera Jesús López-Cobos en 2008.
El preludio orquestal del Acto II (la ‘marcha de los Dragones de Alcalá’) se inicia con el sonido rítmico de los dos fagotes y el tambor. Las flautas, así como todo el conjunto de maderas, tienen importantes intervenciones; y, sin solución de continuidad, puede escucharse una música en forma de danza, con el sonido en pizzicato de violas y chelos incorporándose las flautas junto al sonido del arpa, insertándose diálogos de maderas graves y agudas que dan entrada a la tercera intervención solista de Carmen, la ‘Chanson bohème‘, página de gran exigencia vocal, sobre todo en la franja aguda y en las agilidades, que se inicia lentamente y va desarrollándose cada vez a mayor velocidad, hasta adquirir un ritmo frenético, aún más acentuado en la coda orquestal conclusiva.
En este Acto II hace su irrupción escénica el torero Escamillo (barítono o bajo-barítono, con un canto altamente expresivo), que interpreta su canción ‘Toréador, en garde‘, con la música escuchada en la ‘Obertura’. También destaca sobremanera un quinteto, con muchas dosis de humor, donde intervienen Carmen, junto a sus amigas Frasquita (soprano ligera) y Mercedes (mezzo) y los contrabandistas el Remendado (tenor) y el Dancaire (barítono), donde se establecen unos brillantes juegos de voces en conjunción con el sonido orquestal. El momento culminante de este Acto II es el dúo entre Don José y Carmen, quien baila y canta, tocando las castañuelas, algo muy importante y que pocas intérpretes realizan. Dentro de ese dúo, Don José interpreta la famosa romanza de flor ‘La fleur que tu m’avais jetée‘, que exige una depurada línea vocal y un canto de intenso lirismo pleno de matices, teniendo el tenor que elevar la voz a un Si bemol. Este Acto II concluye con un magnífico concertante, verdadero canto a la libertad donde se conjugan música orquestal, coro y voces solistas.
Audición con partitura (dos horas y media)
El interludio orquestal que introduce el Acto III es de una sublime belleza, con el sonido conjuntado del arpa y la flauta al que se unen el clarinete y toda la cuerda, con las violas en pizzicato, para concluir maderas y cuerda en un etéreo pianissimo. En continuidad, puede escucharse el comienzo del Acto III con la ‘Marcha de los contrabandistas’, introducida por los acordes de las trompas y donde, de nuevo, brillan los sonidos de las maderas en conjunción con la cuerda, insertándose el coro y las voces solistas que intervienen en un brillante sexteto, que deriva a otro de los grandes momentos de esta ópera, la llamada ‘escena de las cartas’, con el alegre dúo de ‘Melons! Coupons!‘ de Frasquita y Mercedes, donde se echan las cartas para saber su futuro amoroso; también Carmen prueba fortuna con las cartas, ‘Voyons, que j’essaie mon tour… En vain, pour éviter les réponses amères‘, para descubrir que su futuro es la muerte; aquí la cantante tiene que conferir un gran dramatismo a su interpretación, trabajando mucho el registro grave. Otro momento importante de este Acto III es la intervención solista de Micaela en el recitativo-aria ‘C’est des contrebandiers… Je dis que rien ne m’épovante‘. El recitativo es introducido por el sonido del clarinete, y en el aria las trompas tienen gran protagonismo. Se trata de una página de intenso lirismo que exige una muy depurada línea de canto y gran exigencia en el registro agudo con subidas al Si4. Destacar también, el dúo-enfrentamiento de Don José y Escamillo.
El interludio musical con el que se inicia el Acto IV es el polo (canción popular) ‘Cuerpo bueno, alma divina’, compuesto por el famoso tenor sevillano Manuel García. Se trata de una música alegre y festiva donde destacan varios tutti orquestales y tienen importantes intervenciones el oboe y las flautas, junto al sonido constante de la pandereta. En este acto reaparecen los temas de la obertura inicial: la corrida de toros y la ‘Canción del toreador’; se produce un breve dúo de Carmen y su nuevo amor Escamillo. La ópera concluye con el largo dúo de Carmen y Don José ‘C’est toi! – C’est moi!… Où vas tu? – Laisse-moi!‘, de gran intensidad dramática, con momentos de ‘contracanto’ donde se superponen las voces con diferentes mensajes. El tema del destino planea constantemente en este dúo. Y, al final, la muerte de Carmen a manos de un enloquecido Don José, que debe dotar a su canto de patéticos y desgarradores acentos.

.jpg)




No hay comentarios:
Publicar un comentario