Desde Pancorbo atravesamos seis pueblos (Cubo, Busto,Cascajares,...) hasta el Portillo de la Bureba (1.000 metros). Bajamos al Valle de Tobalina, por un montón de curvas, admirando el paisaje y los buitres. Dos kilómetros antes, a los pies de los Montes Obarenes, está Tobera. Se puede ver su ermita, miradores sobre las cascadas el Molinar y puente medieval. Por fin se divisa Frías sobre la Muela, el castillo y el caserío en lo alto del cerro.
Aparcamos abajo, junto a un arroyo. Subimos por las estrechas calles zigzageando para suavizar la pendiente. Conserva el trazado medieval y la arquitectura típica - entramado de madera y toba-.
Por la calle del Mercado llegamos al Ayuntamiento y a la Iglesia de San Vicente, la encontramos cerrada. Paseamos por la muralla hasta el Castillo. En la Oficina de Turismo cogimos las entradas. Media hora de subidas y bajadas (con mucha prudencia de los hermanos) a las torres y lienzos con almenas. De todo un poco: fotos, viento, paisajes a vista de pájaro, nerviosismo cuando se asomaban al precipicio,...
Avisaron por megafonía que cerraban a las dos. Salimos, cuando llegamos a la calle del Mercado entramos en el Mesón Fridas. Buen menú a catorce euros. Los dos prudentes- al cuadrado- comimos milhojas de patatas con boletus, muy ricas. Rematamos con un segundo plato de pescado, verdel al horno. Había que elegir algo suave tras la visita a la sidrería del sábado. El pintor se atrevió con un plato de alubias con siete sacramentos, pudo con ellas y más, aunque perdonó el postre. Con se metió entre pecho y espalda paella y costillas al horno.
Bajamos la comida y la cuesta mirando las casas colgadas.
Eres un genio del blogueo!!! Espero que me des algún día una clase magistral y aprenda algo...
ResponderEliminarPD: Tienes contento al pintor (nótese la ironía)
genial jose....eres un artista....me encanta como relatas
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