jueves, 3 de noviembre de 2016

TRES CIUDADES EN WESTFALIA: DETMOLD, MÜNSTER Y HERFORD


DETMOLD (sábado 29 de octubre)

Tardamos solo veinticinco minutos en tren desde Herford. Era día de Mercado, las calles del centro estaban muy animadas. Comimos un tentempié en un puesto de salchichas antes de visitar el Palacio.
En el Market el edificio del Ayuntamiento (Rathaus) cierra el lado norte.

A las once comenzamos la visita guiada a la Residenzdchloss, palacio del Príncipe de Lippe, edificio del siglo XVI en renacimiento Weser que ha sufrido diversas reformas en su interior hasta hoy. De las explicaciones en alemán nos íbamos enterando por la traducción simultánea de Alba, yo iba comparando la información con mis apuntes escritos. Una hora muy bien aprovechada desplazándonos por todas las dependencias: sala del caballero, habitación roja, habitación King, salita de trofeos de caza, ... Vimos mobiliario, retratos, cerámica, tapices, frescos en techos, estufas de época. Bien abrigados - hacía más frío que en la calle- y con calzas para no estropear el suelo de madera. La robusta guía teutona nos ofreció una exhibición de patinaje. Merece la pena, un palacio bien conservado. Algo común con España: recuerdos de su lucha contra Napoleón y la francesada. Según nos contaron trabajaban 150 sirvientes y empleados en el siglo XIX en la época del príncipe Woldemar. Hoy se mantiene con una guía, una limpiadora, una administrativa en recepción y el encargado (Hausmeister).


Paseamos por el parque alrededor del Palacio y después por el casco antiguo donde se conservan trescientos edificios históricos. El Altstadt  forma un círculo de quinientos metros de diámetro cuyo centro está en el Market. Como esta ciudad dispone de Conservatorio Superior encontramos una tienda de música de dos pisos donde Diego adquirió una batuta para dirigir la Drumband.


Ya finalizando la visita tomamos un café y cruzamos el canal Friedrichstaler, de hace 300 años realizado por iniciativa del  Conde Friedrich Adolf. Más adelante compramos fruta y agua en un Turco. Encontramos el Teatro Nacional fundado por el príncipe Leopoldo II en 1825 y reconstruído en 1914 después de un incendio. Por último  fuimos a la estación para salir hacia Herford.


MÚNSTER (domingo 30 de octubre)

Llegamos en el azulito tras hora y pico de viaje. Le dejamos en un aparcamiento cerca de Hauptbanhof. Se trata de una ciudad universitaria con más de 50.000 estudiantes.  Como era festivo el centro estaba ocupado por turistas y domingueros En poco más de diez minutos estábamos en Prinzipalmarkt frente al Rathaus. Este edificio del gótico, siglo XVI, presenta una elegante fachada de ventanales ojivales coronada por un delicado frontón.
 

Visitamos la Sala del Consejo (Friedensaal) donde se firmó la Paz de Westfalia que ponía fin a la guerra de los Treinta años en 1648. En una de sus paredes cuelgan retratos de todos los embajadores que participaron en el Tratado. Está revestida en madera del Renacimiento con mobiliario original. 
La catedral de San Pablo es el más complejo edificio religioso de Westfalia. Las enormes torres cuadradas son románicas, del siglo XII. Mientras la nave central y el ábside continúan el románico las naves laterales y capillas poligonales de la segunda mitad del XIII siguen ya el gótico. Se entra por Paradise, portada gótica influenciada por la catedral de Reims.  En el deambulatorio  podemos contemplar el Reloj Astronómico realizado por el matemático Dietrych Teiwivel en 1540. Cuenta con pinturas animadas de Ludger Tom Ring y esculturas de Johan Brabender.  El monje franciscano van Aachen es el autor del calendario litúrgico que se encuentra bajo el reloj. Paseamos por el claustro de los Canónigos cuyo jardín está ocupado por los enterramientos de los mismos. 

De la esbelta torre  gótica de San Lamberto, noventa metros de altura, cuelgan todavía las cuatro gavias de hierro donde fueron ahorcados los cabecillas de la revuelta Anabaptista de 1536.
La calle Salzstrasse lleva al palacio Erbdrostenhof  (1708-27), obra del arquitecto Conrad Schlaun.  Su fachada convexa nos recuerda a los palacios barrocos en Roma. 

Comimos en un Kebab frente a la estación. Münster es una de las ciudades con mejor nivel de vida en toda Alemania por sus extensas zonas verdes y el escaso tráfico rodado, ya que muchos habitantes de la ciudad, especialmente entre su extensa población estudiantil, prefieren la bicicleta al automóvil. Es la ciudad europea con más bicicletas por habitante. Un carril bici y un sendero para peatones dan la vuelta al casco antiguo por el Ring. Dimos un paseo por allí después de que se marcharan Sarai y Diego. Buscando el Palacio, hoy sede de la Universidad,  llegamos hasta el cementerio.



HERFORD

Munsterkirche fue construida hacia 1220 por iniciativa de la abadesa Gertrudis II. Es el primer edificio de una planta de salón en el norte de Alemania. Las secciones laterales son altas como la nave central creando un efecto espacial. Sirvió de modelo y contribuyó a la difusión del gótico.
  
Neustädter Rathaus fue levantada en 1579, sirvió como ayuntamiento hasta 1634. Fuer restaurado en 1988, Destaca su frontón del renacimiento en estilo Weser. Ocupa la esquina de Neuer Markt con Lüberstrasse. En la actualidad la planta baja está ocupada por un restaurante. En Frühherrenstrasse podemos admirar un edificio renacentista en ladrillo fechado en 1591.
 
En el caso antiguo se conservan viviendas tradicionales con entramado de madera. Wulfert-Haus, situada en Neuer Markt se remata con un frontón de ladrillo renacentista de 1560 diseñado por Jan von Brachum. Era la vivienda del concejal y empresario Jobst Wulfert.. Fue restaurada en 1979 por los actuales propietarios.

Cantidad de esculturas contemporáneas adornan las plazas y calles de Herford como la plaza de los gansos, Frintken Oberdiek (el tío de la pipa), etc...

El viernes 28 comimos en Amici, un italiano muy acogedor donde Alba había comido con varios compañeros. Ofrece gran variedad  de pasta. Probamos macarrones con berenjena y espaguetis con anchoas, aceitunas,.. Raciones suficientes para comer como plato único. Precios bastante asequibles -siete euros cincuenta-.Compartimos mesa con dos alemanes que ofrecieron conversación. Local para repetir.  En la próxima visita a Herford pensamos entrar para probar las pizzas.

El día que llegamos, jueves 27,  Conchi y yo tomamos chocolate en EisCafé Fontana -negocio de un portugués llamado Joao Oliveira-. Buen ambiente y mobiliario confortable. Nos gustó. Repetimos en este local con un café el viernes por la tarde antes de ir al concierto. Sarai y Diego tomaron  capuccinos, yo degusté un expresso de buena calidad.

El sábado a las cuatro y media de la tarde recalamos en Istanbul, en Hamelinerstrasse calle donde vive Alba. Probamos diferentes tipos de pizzas "turcas".

Ese mismo día por la noche -siete y media de la tarde- quedaban pocos locales abiertos. Por suerte enfrente de la casa de Alba está New Orleans, que para la costumbre alemana abre para noctámbulos, donde pasamos un rato agradable.

Nos falta probar Sardegna, el italiano preferido de Alba y sus compis. Otra vez será. Cierran a las dos, allí hay que ir a comer antes de la una.


También tenemos que mencionar la cafetería de Banhof. Ocupa un ala de la  estación conservando su estructura arquitectónica. Cómodos sofás mullidos que agradecen los cuerpos de más de cincuenta. Café aceptable y variedad de dulces para golosas. Ambiente muy tranquilo. Entramos dos veces haciendo tiempo esperando el tren.





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