BLOG DE JOSE Mª Y. S.: SCHLOSS STOLZENFELS

sábado, 15 de julio de 2017

SCHLOSS STOLZENFELS

Fuimos desde Boppard en autobús, línea 630. Desde la parada el camino está señalizado. Desde abajo destaca su color blanco sobre el fondo verde de la vegetación. Se tarda unos veinte minutos en subir, hacía calor pero la mayor parte del sendero estaba a la sombra por el bosque. Al principio de la cuesta nos encontramos con una capilla, rodeada por un pequeño cementerio y las señales del camino de Santiago. Después seguimos por el sendero en zig zag entre árboles y arroyos. Realizamos la subida en compañía de una pareja de maduritos alemanes, bastante simpáticos y comunicativos.

Este castillo se sitúa en la orilla izquierda del Rhin, diez kilómetros al sur de Koblenz. Levantado por orden del arzobispo de Tréveris Arnaldo de Isenburg en el siglo XIII.. Su función principal era la de mantener el derecho de cobrar los impuestos aduaneros del Rhin. Durante la Guerra de los Treinta Años‏‎ el antiguo castillo fue ocupado por el ejército Sueco en 1632 y luego por el Ejército francés entre 1634 y 1646. Más tarde fue incendiado y reducido a cenizas tras el asedio a Koblenz en 1688 por los franceses durante la guerra de los nueve años y solo fue utilizado posteriormente como cantera. En 1823 la ciudad de Koblenz obsequió a Federico Guillermo IV de Prusia lo que quedaba del castillo. Finalmente fue reconstruido en estilo neogótico entre 1836 y 1842.

El monarca encargó el proyecto a Friedrich Schinkel, jefe del departamento de obras del Estado prusiano y arquitecto de la familia real. Se restauró para utilizarlo como residencia de verano. La soberana británica disfrutó de un banquete en el Salón de los Caballeros, en esta sala se encuentra la histórica colección de armas y vajilla.. Cualquier pareja de novios, previo pago, pueden emular a la reina británica Isabel I si contraen matrimonio en la capilla de Stolzenfels o en su salón de fiestas de verano.

Abre durante el verano de 10 de la mañana a seis de la tarde, horario "alemán" para visitas culturales. Sacamos la entrada a las once. Nos tocó esperar un rato hasta que acabara el grupo anterior. Nos permitieron dar una vuelta a nuestro aire por el patio y la capilla.

La visita guiada nos permite contemplar el diseño neogótico de interiores de mediados del siglo XIX: mobiliario, colección de vajillas, pinturas murales románticas, etc.. Me dieron un toque de atención por sacar la foto de una maqueta del antiguo castillo antes de la restauración. Estaba dentro de una cristalera, hecha en madera, carecé de valor artístico y no iba a sufrir ningún daño. A alguien tenía que reñir la Frau guía. Tenía el carácter de Conchi.

Destacan la capilla y el patio ajardinado que no recuerda mucho a la Alhambra.
Las pinturas en la capilla del palacio están consideradas entre las más importantes obras del Rhin Romántico.