Este maravilloso parque cuenta con diversos y amplios jardines donde lo más peculiar son las diferentes esculturas y reproducciones de imágenes de Buda, guerreros chinos de terracota, pagodas, estanques, esculturas africanas, bosquecitos de Bambú, etc
Cerca de 35 hectáreas conforman el mayor jardín oriental de Europa, fue creado en protesta contra la destrucción de los Budas de Bamiyán.
En marzo de 2001 el gobierno talibán derribó, intencionadamente, todos los símbolos budistas de Bamiyán, en el centro de Afganistan. Como homenaje a los colosales Budas, iconos del arte Gandhara del valle de Bamiyán, José Berardo, uno de los hombres más ricos de Portugal, crea un gran jardín oriental, el Buddha Eden, Jardim da Paz.
Se recorre con facilidad pero existe la posibilidad de hacerlo en un pequeño tren. El lago central con su templete, resulta espectacular, se pueden ver a los peces koi, de Japón.
Comenzamos por el espacio dedicado a las esculturas africanas. Entre bambús, estanques y vegetación exótica se exponen centenares de esculturas en ópalo, piedra, negra y diferentes tipos de madera.
También se pueden observar los 700 soldados de terracota pintados a mano, cada uno de ellos único, copias de los enterrados en Chuna hace 2200 años.
Seguimos paseando entre esculturas de Buda, construcciones orientales rodeados de un bosque de alcornoques que limita el Parque.
Y esculturas modernas repartidas por todo el parque.
Estuvimos más de dos horas y media en un lunes de carnaval nublado con temperatura muy agradable- Merece la pena visitarlo, está cerca de la autovía a unos setenta kilómetros al norte de Lisboa. Está rodeado de viñedos. Se puede probar y comprar toda clase de vinos de la bodega que es propiedad del fundador del Parque de la Paz.
En lateral hacia la salida se cierra con paneles que ilustran la historia del cultivo de la vid y nos recuerdan las denominaciones de origen en los países productores de vino.
A la entrada junto a la parada del trenecito no podía faltar un mural de azulejos tradicional de Portugal.
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