En la tercera novela protagonizada por Ane Cestero, en la Unidad de Homicidios de Impacto de la Ertzaina. La trama se ambienta en una ermita cercana a Oñate. Los catorce apóstoles de la Basílica de de Aranzazu y las máscaras del Corpus en Oñate sirven de telón de fondo. Paisajes de bosques, agua y ovejas latxas nos acercan a la montaña vasca. En la búsqueda del asesino ritual se entretejen historias personales de policías, aprendices de pastores, frailes, escultor, concejales, ....
Como siempre el autor describe de maravilla los paisajes de su tierra. También demuestra su oficio al estructurar la trama sin dar pistas al lector sobre el final. Mantiene el suspense hasta pocas páginas antes de terminar el libro. Se trata de una novela muy entretenida y muy bien escrita. Yo he leído todo de Ibón Martín. Él y dolores Redondo son mis escritores preferidos de este género, historias humanas más que policiacas en un paisaje verde dominado por el agua.
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