Primeras 48 páginas de la novela
La última novela, decimoquinta, del escritor vallisoletano convence a sus lectores habituales y no deja indiferentes a los nuevos. Como siempre mucha acción y una trama bien construida. La historia resulta bastante creíble a pesar del montón de muertos en circunstancias violentas. En este caso la Gripe de 1918 dibuja el telón de fondo histórico. Varios personajes como el Comisario Jefe de Investigación Criminal se basan en personas con nombres y apellidos reales.
Algo de filosofía, ¿La justicia sigue siendo justicia aunque no sea legal?, planea sobre la historia relatada. Pero o que más me gusta del estilo de este novelista son las explicaciones que ofrece en las últimas páginas. Después del final se centra en la investigación previa y en el proceso de escritura añadiendo algunas cosillas personales más. Originalidad le sobra, calidad literaria no le falta. No os perdáis esta lectura.
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