miércoles, 31 de marzo de 2021

ENVEJECIMIENTO y DESPOBLACIÓN EN CASTILLA Y LEÓN

  En España, según los datos del INE) el 90% de la población vive en el 30% del territorio (Madrid y el litoral); un problema que se va agravando por la elevada esperanza de vida de los españoles y el consiguiente envejecimiento.

La población española ha venido creciendo de forma continuada desde 1.900, con las excepciones de dos años en que experimentó tasas negativas en el crecimiento vegetativo: en 1918, como consecuencia de una pandemia de gripe, y en 1939, debido a la Guerra Civil.

Esta tendencia se podría generalizar para el conjunto de las comunidades autónomas, al menos hasta 1970. El último tercio del siglo XX y las dos primeras décadas del XXI presentan una gran disparidad entre comunidades autónomas en cuanto a la evolución de la población, Tres comunidades tienen menos población en el año 2020 de la que tenían en el año 1971: Principado de Asturias, Extremadura y Castilla y León .


Castilla y León perdió en esos cincuenta años 275.000 habitantes, es decir más del 10% de su población. Dentro de la propia comunidad autónoma, la población de las nueve provincias también ha tenido una evolución muy diferente. Valladolid aumentó en un 26%. Burgos y Segovia se mantuvieron con pérdidas muy ligeras. Salamanca perdió el 13%., León y Palencia alrededor del 20%, Ávila y Soria un 25% y Zamora más del 33%. Esta desfavorable evolución de la población provincial presenta un rasgo más negativo aún: desde el año 2012 las nueve provincias tienen cada año menos población que el anterior.

El 95% de los municipios castellanoleoneses tiene menos de dos mil habitantes y el 80% una población inferior a quinientos habitantes. La población rural presenta una tendencia claramente decreciente. Estos datos ponen de manifiesto que las políticas de desarrollo rural y las medidas orientadas a mantener la población en ese medio rural no han conseguido el objetivo que supuestamente perseguían.


El otro problema es el envejecimiento de la población. La pirámide del año 2020 presenta una forma de árbol, con un tronco formado por las siete primeras bandas (menores de 35 años) y con una copa que alcanza su máxima dimensión  entre 50 y 59 años. El problema demográfico de Castilla y León es gravísimo. Más de la cuarta parte de la población supera los 65 años y un 6% tiene más de 84.  Por eso se habla de sobreenvejecimiento -el envejecimiento del envejecimiento-.


Desde 2011 el saldo migratorio muestra una pérdida cercana a los 60.000 habitantes. Pero lo más grave es que tres de cada cuatro emigrantes tenían entre 25 y 44 años y la mitad entre 25 y 34 años. Esto dificulta cada vez más el relevo generacional, macando en el futuro inmediato un todavía mayor grado de envejecimiento y un imparable descenso poblacional. Las proyecciones para los próximos quince años son terroríficas.



Cuando analizamos la situación de las nueve provincias, la diferencia en convergencia con la Unión Europea es enorme. Existen acusados desequilibrios entre las más dinámicas y las de la zona oeste llegando, por ejemplo a diferencias de entre 25 y 30 puntos de convergencia entre Burgos y las provincias de Ávila, Zamora, León o Salamanca.

Si para los jubilados actuales las pensiones están garantizadas y son el colectivo con menor riesgo de pobreza, hay que poner el énfasis en las cuestiones de salud y en los servicios sociales.


CONCLUSIONES 

Aunque envejecimiento es más un logro que un problema de las sociedades desarrolladas, la descompensación de la estructura poblacional constituye un problema que afectará de forma negativa a la evolución de la población. Dificulta cada vez más el relevo generacional, marcando en el futuro inmediato un todavía mayor grado de envejecimiento y un imparable descenso poblacional. Por otra parte, en Castilla y León existen graves desequilibrios territoriales que inciden en la evolución demográfica; se puede afirmar que somos una Comunidad con dos velocidades. Los jóvenes  buscan opciones de futuro en lugares con expectativas laborales. Resulta que tenemos la generación joven mejor formada de la historia pero la situación les obliga a emigrar. 




jueves, 25 de marzo de 2021

LAS TRECE CUADRILLAS DE LA VALLADOLID COMUNERA


El plano diseñado por el ilustrador Jorge Méndez identifica los lugares que tuvieron especial importancia en Valladolid de 1520 a 1522. Ofrece información sobre la organización de la ciudad en cuadrillas -una especie de asociaciones vecinales por barrios de la época- que tuvieron mucha influencia en los órganos de gobierno municipales. Desde 1517 las cuadrillas estaban representadas en el Regimiento vallisoletano por dos procuradores mayores. "Quadrilleros y sesmeros que miran por el bien público".  Las cuadrillas recibían el apoyo de todos los sectores de la ciudad incluyendo la Iglesia y la Universidad.


Valladolid era el mayor núcleo urbano del Reino de Castilla al norte del Sistema Central a principios del siglo XVI. La imagen nos muestra la trama urbana y nos sirve para entender el contexto histórico del movimiento comunero.  Las Cuadrillas respondían a criterios territoriales sobrepasando los límites de la parroquia, aunque solían tener una iglesia de referencia para sus reuniones. Tenían una función fiscal (distritos para el encabezamiento), militar (reclutamientos) y urbanística (reconstruían su parte de la muralla). También se asociaban con profesiones porque los oficios se agrupaban por barrios. La de Costanilla estaba habitada por ricos artesanos (plateros,...). Zapateros en Saúco. Alfareros y banqueros en Mercado. Libreros y cuchilleros en Ruiz Hernández. Borceguineros (zapateros de botas) en Arnales. Hortelanos y Labradores en Población. Zurradores y pellejeros en San Esteban. 

 En 1506 había catorce Cuadrillas: Ruiz Hernández, Mercado, Cal de Francos, San Esteban, San Martín, San Pedro, San Benito, Reoyo, Población Saúco, Costanilla, Arnales, Ronco y Cuadra.  En 1520 hay trece Cuadrillas pues se unificó la de San Martín con la de San Benito el Viejo.

COLEGIATA DE SANTA MARÍA

El 23 de agosto de 1520, la villa de Valladolid se unió oficialmente al movimiento comunero y se constituyó en “Comunidad”. La “Junta de Comunidad”, órgano revolucionario liderado por su capitán general el infante Juan de Granada, sustituyó al Regimiento como principal institución del gobierno local y comenzó a reunirse en la Colegiata. Ya se utilizaba la capilla de San Llorente de esta Colegiata o Iglesia Mayor para la elección de los dos procuradores mayores, representantes de las Cuadrillas. En 1520 habían sido  elegidos Francisco de Saldaña (platero) y Pedro Hernández de Portillo (mercader). Se opusieron a la Junta de Comunidad por lo que fueron sustituidos por Velasco de Cueto y Pedro de Mayorga, afines al movimiento comunero. El levantamiento del común en Valladolid se produjo por la noche, cuando llego a la villa la noticia del incendio de Medina del Campo causado por el ejército real.


El 15 de diciembre de 1520, la Junta General, ya reorganizada, reanudó sus sesiones en la Colegiata  y la villa se convirtió, después de la caída de Tordesillas, en cuartel general de la revuelta comunera. En Valladolid pasaron a coexistir tres instituciones “comuneras”: la Junta General de Comunidades, la Junta de Comunidad de Valladolid y la Junta de Guerra de Valladolid.          


 Carlos I reaccionó desde Alemania, el día 17 de diciembre, ordenando la salida de la Real Cha
ncillería de Valladolid. Firmó el  Edicto de Worms que condenaba a 260 comuneros (Padilla, Acuña, Laso de la Vega, Ayala, Ávalos, Maldonado, Hurtado de Mendoza y Tovar, Juan Bravo,  Juan Zapata, Diego de Heredia,...).                                                                                       El cardenal Adriano de Utrecht escribió a la Junta recordando que la ciudad debía fidelidad al Rey. El Condestable de Castilla, Iñigo Fernández de Velasco capitán general de las tropas realistas, amenazó a la Junta para que se disolviese y entregara las armas. 

Cuando la celebración estaba vinculada a la Universidad los toros corrían en a Plaza de Santa María.


MURALLA Y PUERTAS

Las cuadrillas,  nombraron nuevo capitán general de las mismas durante las Navidades de 1520, así como nuevos alcaldes ordinarios y alguaciles. La villa comenzó a rearmarse, con tiros en las puertas de la muralla y a lo largo de ella; y se estableció un especial dispositivo de vigilancia en las cavas y garitas. Asimismo, se llevó a cabo una concienzuda inspección para comprobar que la cerca estaba en buenas condiciones y repararla allí donde fuese necesario.

En estos días se gestionó el alojamiento de los miembros de la Junta General llegados a Valladolid desde Tordesillas; representantes de las once villas y ciudades que continuaban en la lucha comunera: Toledo, León, Murcia, Salamanca, Toro, Segovia, Cuenca, Ávila, Zamora, Valladolid y Madrid.

Después de la batalla de Villalar el 27 de abril de 1521 Valladolid recibe el perdón de Carlos I. Vuelven a la ciudad el Conde de Benavente, el Condestable de Castilla y el Almirante de Castilla. 


De las nueve puertas de la muralla pocos restos quedan. Solamente en la parte este se conserva el postigo del Prado de la Magdalena. Formaba parte del Palacio de María Molina. Hoy en el Convento de las Huelgas junto a la Iglesia de la Magdalena. 


La parte sur de la  muralla discurría desde la puerta de Santisteban por la ronda de San Antón (hoy calle José M Lacort) hasta la Puerta de Teresa Gil. Después continuaba paralela al brazo sur del Esgueva (por El Campillo y actual Claudio Moyano) hasta la Puerta del Campo o Arco de Santiago. Recibía a los visitantes que procedían de Madrid. El arco se solía engalanar para las celebraciones. Se derribó en 1864.




SAN FRANCISCO 

En este convento estaba instalada la campana del Concejo que avisaba a la población de los acontecimientos. 

PALACIO DEL ALMIRANTE DE CASTILLA


Ocupa el espacio que donde está ahora el Teatro Calderón.  Sirvió de Residencia al gobernador Adriano de Utrecht, representante de Carlos I. Era uno de los dos palacios del  Almirante de Castilla, Don Fadrique Enríquez. El otro se situaba en Medina de Rioseco.  



PLAZA DEL MERCADO

El 31 de diciembre de 1520 entra Juan de Padilla en Valladolid y es aclamado en esta plaza como capitán general de los Comuneros. Compartirá el poder con el obispo Acuña y otros dos procuradores. 


El uno de noviembre  1522 Carlos I proclamó el perdón de todos los Santos en esta misma plaza. E
l rey afirmaba que se mostraría benevolente con las ciudades que habían apoyado la insurrección, perdonándoles, aunque solo en el terreno criminal, los delitos de lesa majestad, los asesinatos, los saqueos etc. La justicia sí recaería sobre los responsables más destacados del movimiento. Los particulares que hubiesen resultado afectados por la revuelta, incluyendo la Corona, podrían exigir indemnizaciones a los responsables. La represión duró hasta 1527.

Era el lugar donde tenían lugar las celebraciones como los espectáculos de toros, que salían de la casa de la Red ubicada en la misma plaza. 

CONVENTO DE LA TRINIDAD CALZADA

Estaba situado junto al Monasterio de San Ana. Fue fundado por Alfonso X en 1256. En el año 1520 se reunieron en este convento los Jefes de las Comunidades de Castilla. Precisamente en otro  convento, en el segoviano del Corpus arrancó la revuelta el 29 de mayo de 1520.



MONASTERIO DEL PRADO

Los Jerónimos se habían instalado aquí en 1440. Fue el escenario de las conversaciones y negociación entre los realistas y los comuneros. 


Foto del Monasterio antes de la restauración.



domingo, 21 de marzo de 2021

RUTA HERÁLDICA POR VALLADLID

 1-SAN BENITO: ESCUDO REAL DE JOSÉ I BONAPARTE.

El impresionante pórtico-fachada consta de dos cuerpos superpuestos enfatizados en las esquinas por dos pilastrones octogonales. Los citados cuerpos se resuelven con arcos apuntados. Es obra de Rodrigo Gil de Hontañón de 1569 a 1576. Entre 1577 y 1583 Juan Ribero Rada añadió un tercer cuerpo con entrepaños de ladrillo. Éste y otro levantado después tuvieron que ser desmontados en el siglo XIX.


D
espués de la desamortización tuvo varios usos. Desde 1897 está regida por los Carmelitas.

La restauración de la fachada del Monasterio de San Benito de Valladolid, finalizada en 2001, aportó como sorpresa la aparición de las armas del rey don José I Bonaparte bajo un revoque posterior a la derrota francesa. Había permanecido oculto casi dos siglos. Tales armas pueden encontrarse en monedas yen documentos oficiales correspondientes a su reinado, pero su supervivencia en una fachada puede considerarse como excepcional y única. Napoleón puso en marcha un nuevo sistema heráldico que, al contrario de lo que ocurría con el medieval, quedaba circunscrito a la nueva élite dominante. Recordemos que San Benito fue durante la Guerra de la Independencia cuartel imperial y almacén de municiones como otros edificios (San Francisco, Palacio Real,…) de la ciudad.


Encima del portón de entrada se encuentra el único símbolo existente del rey José I, hermano
mayor de Napoleón, que reinó en España tras la invasión francesa de 1808 a 1813. Fue conocido como Pepe Botella o Pepe Plazuelas. “La señora condesa tiene un tintero donde moja la pluma José I” (copla popular de la época).

Se trata de un blasón dividido en seis cuarteles: 1º Castilla, 2º León, 3º Aragón, 4º Navarra, 5º Granada y 6º las Indias, representadas por dos esferas terrestres, flanqueadas por las columnas de Hércules. En el centro se coloca el sello familiar de los Bonaparte, el águila con un haz de flechas.


Referencias literarias                                                                                                                                        -El escritor palentino Rafael Aparicio Fernández publicó el año 2011 con la editorial Círculo Rojo La espada cincel, novela histórica que narra las vivencias de Alonso Berruguete en 1527 centradas en su pleito con el prior de San Benito sobre el Retablo.

-Sobre el personaje de José I Bonaparte Juan-Antonio Vallejo Nájera escribió la novela Yo, el rey premio Planeta del año 1985.

Dejamos al lado izquierdo San Benito y subimos hasta la calle San Ignacio. El cronista portugués Tomas Pinheiro da Veiga describió en su Fastiginia (1605) una capital de la Corte, con más de 400 palacios y casas palaciegas. Se situaban en las actuales calles de San Ignacio, Conde de Ribadeo, San Blas, San Martín, El Prado, Torrecilla, El Empecinado, Angustias, Santuario, Teresa Gil, Fray Luis de León Zúñiga, Juan Mambrilla y otras. La mayoría han desaparecido, pero todavía quedan unas cuantas. Los escudos familiares nos detallan parte de su historia. Casi todas tienen en común la portada de medio punto y tres lados del patio con arcos -el orientado al lado norte totalmente tapiado-.

2-PALACIO ARENZANA

A mediados del siglo XVIII pertenecía al conde de Fuentenueva de la familia Arenzana. Fue regidor de Segovia y se estableció más tarde en Valladolid. Se desconoce su propietario original. Su fachada y patio datan de la segunda mitad del siglo XVI. Podemos ver grandes balcones en la planta noble y en la planta alta las llamadas ventanas del "paseador".


El escudo de armas presenta cuarteado por una cruz una cruz de arriba a abajo y de derecha a izquierda:  un castillo de dos torres, león rampante, doce estrellas y oso  apoyado en roble. 

3-PALACIO MARQUESES DE VALVERDE: FIGUEROA-VALVERDE

De los elementos decorativos del primitivo edificio renacentista sobresale la ventana sobre la puerta principal que da a la calle de San Ignacio. A los lados del marco de la ventana estípites antropomórficos. Y en la parte inferior mascarón de bronce con aldaba en la boca separando los dos escudos. El palacio se empezó a construir con Juan de Figueroa - oidor de la Real Chancillería y Regidor de Valladolid - y María Núñez de Toledo, fundadores del próximo convento de franciscanas La Concepción en 1521.

En los escudos la parte derecha representa las armas de la familia Figueroa (cinco hojas de higuera) y en la izquierda de los Valverde (banda engolada).


Llaman la atención los ventanales en esquina y los medallones manieristas en yeso. En 1736 el edificio sufrió un incendio. Se realizaron varias reformas y se añadió un tercer piso con ventanas cuadradas y circulares.


Referencias literarias: Leyenda de la marquesa infiel: Se recoge en Drama Universal, obra decimonónica de Ramón Campoamor. un poema titulado El pecado de impureza sobre esta leyenda:

Se alzó en Valladolid un edificio,
de Fabio Nelli en la plazuela un día
y desnudo en el ancho frontispicio,
el cuerpo de la dueña se veía.
Creyó, haciendo la impúdica escultura,
este marqués celoso y delirante,
vil castigar la vil desenvoltura
de esa adúltera esposa y del amante.
Ciego, al llenar a su mujer de lodo,
no ve el marqués que su deshonra sella,
publicando el imbécil de este modo,
la infamia de él y la vergüenza de ella.
Y ¿qué diréis del escultor impío?
No supo, al retratarla, el miserable,
Que si el mundo perdona un extravío
Siempre es con la bajeza inexorable. 

Este fue el escultor que hizo el retrato,                                                                                                      Ese el marido fue, la mujer esa,                                                                                                                   ¿Cuál tuvo de los tres menos recato,                                                                                                        El artista, el marqués o la marquesa?

Las figuras de un hombre y una mujer que flanquean una de las ventanas que se abre a la calle de San Ignacio son las responsables de las habladurías sobre la supuesta infidelidad de la marquesa. El historiador Matías Sangrador y Vítores ya se hizo eco de ello en el siglo XIX. Se decía entre los vecinos que la marquesa “se dejó seducir por las tiernas y cariñosas protestas de un joven” que estaba “al servicio de su marido en clase de paje”. Sorprendida por su marido, este no tardó en llevar a la adúltera ante la justicia. No contento con la condena penal, se cuenta que pidió permiso para colocar la efigie de su mujer y del amante en la fachada del palacete para posteridad del escarnio público de su esposa.


4-IGLESIA SAN MIGUEL: CONDES DE FUENSALDAÑA

La fachada principal se dispone en dos cuerpos aletones y frontón, siguiendo el modelo del arquitecto Viñolas, está todo trazado con un sentido proporcional. La superficie se divide en espacios rectangulares, por medio de listeles, hay una gran armonía muy estudiada en tal división espacial, a la división en dos cuerpos, se opone el verticalismo proporcionado por el avance de la calle central, frente a las alas remetidas, que corresponden a los contrafuertes y capillas laterales. La portada es de piedra y adintelada. Coronada por un frontón curvo y partido. Arranca de aquí la hornacina, donde antes estuvo la escultura de San Ignacio, y hoy se halla la de San Miguel Arcángel, que ocupara el nicho principal de la vieja parroquia de San Miguel.



A los lados vemos dos escudos de los Condes de Fuensaldaña. En 1610 Doña Magdalena de Borjay Oñez junto a su esposo Juan Pérez de Vivero y Mercado -primeros condes de Fuensaldaña y quintos vizcondes de Altamira - fundan el patronazgo a favor de los Jesuítas. Magdalena de Borja era Señora de la casa de Loyola y estaba emparentada con San Francisco de Borja. Una vez viuda puso dos condiciones en su testamento a la fundación: la Compañía de Jesús estaba obligada a destinar un espacio en la capilla mayor como lugar de enterramiento de los condes y un escudo de piedra con sus armas en la fachada. Juan Pérez de Vivero falleció en 1610 y Magdalena de Borja en 1625. Más arriba tenemos el escudo real de Carlos III, colocado en el 1775, para sustituir al JHS jesuítico.


Francisco de Praves realizó la arquitectura de su sepulcro hacia 1611 en el muro del Evangelio de la Capilla Mayor. Las figuras orantes de los condes fueron esculpidas en alabastro por Gregorio Fernández en 1617. Sigue el modelo creado por los Leoni en El Escorial. El Conde viste armadura y mando, la condesa vestido de corte. Ambos están arrodillados en almohadones sobre reclinatorio doble.

Referencias literarias

-El último jesuita, novela histórica publicada por la editorial La Esfera de los Libros en 2011 , de Pedro Miguel Lamet se ambienta en la España de Carlos III en el contexto de la expulsión de los jesuitas.

5-PALACIO FABIO NELLI: RIVADENEIRA-ZÚÑIGA-NIÑO-CASTRO

El actual escudo de armas, que puede verse en el centro del frontón partido del palacio, corresponde al nieto de Fabio Nelli, Baltasar de Rivadeneira y Zúñiga.

Parte superior partido de dos líneas y cortado de una. -A la derecha: Arriba una cruz floreteada y cargada con 5 veneras, abajo sobre aguas de 3 peces en palo(Rivadeneira) -En el centro: Una banda y orlada por una cadena (Zúñiga). -A la izquierda: Está cortada. Arriba. Partido. A la derecha, siete lises en faja. (Niño) -A la izquierda cuartelado en cruz, 1º un castillo, 2º y 3º cinco escudetes en aspa cargados con cinco esquinas también en aspa, 4º un león. -Abajo, 6 roeles en palo (Castro).

Parte inferior partido de dos líneas y cortado de una. -A la diestra: León rampante, bordura de roeles. -En el centro: Águila explayada y cortada. -A la siniestra: Está cortado. Arriba: Un árbol, bordura con algo que parecen gavillas. -Abajo: Un árbol y dos cabras rampantes atadas al mismo.

Escusón: Una esfera cargada con tres roeles mal colocados.

Atributos exteriores: Está timbrado con una corona de marqués. Sobre el todo, una cruz de la Orden de Caballería de Santiago.


6-DIPUTACIÓN PROVINCIAL: CAMARASA-RIBADAVIA

El escudo que se observa en la misma esquina del edificio sobre la ventana en ángulo es el de los condes de Ribadavia. Es partido. El izquierdo lleva trece circulos y el derecho, las cadenas como si formaran un ocho con tres bandas arriba y abajo y panelas a los flancos.

La puerta principal es de finales del xv; arco de tres centros. Sobre ella hay un balcón y a los lados del hueco dos escudos. Pertenecen a los marqueses de Camarasa, que también llevaban el título de Ribadavia. .

El de la izquierda de forma de óvalo, es partido, con los trece círculos en el diestro, y cortado el siniestro, con las tres fajas y castillo debajo en el campo superior y la banda con bordura de cadenas en el inferior.



El escudo de la derecha, esdividido en cuatro cuarteles. El primero tiene trece círculos. El segundo, aparece subdividido con tres barras verticales, águila estilizada de dos cabezas y castillo sobre tres fajas. El tercero representa una figura alada de medio cuerpo. El cuarto lleva siete panelas. Está rodeado de 22 banderas.


La leyenda de la ventana en el bautizo de Felipe II es de sobra conocida aunque bastante alejada de la realidad histórica.

7-PALACIO VILLENA : ALONSO PESQUERA

Construido por los Duques de Pastrana y del Infantado, después llegó a convertirse en fábrica de hilados y tejidos. Juan Pombo, el industrial harinero y marqués de Casa-Pombo lo restauró en el siglo XIX. Sirvió de vivienda a su hija y yerno (Alonso Pesquera).


La parte alta del eje de la puerta principal, sobre la ventana, ostenta un escudo, colocado a finales del siglo XIX por Teodosio Alonso Pesquera (1846-1889), al ser nombrado Marqués por Alfonso XIII en 1886 . El escudo está cuartelado en aspa; en el jefe y la punta, una caldera; en los cuarteles laterales, cinco Uses puestas en cruz.

Teodosio Alonso Pesquera, ingeniero e industrial, regentaba fábricas de harinas, la primera azucarera de Valladolid y participó en la construcción de las líneas de ferrocarril del tren burra y Valladolid-Ariza. Además fue diputado en Cortes por el partido Conservador. Todo un personaje del Valladolid de finales del XIX.

Referencias literarias : Alonso Pesquera ganó el certamen literario de Valladolid en 1882 con su obra El Porvenir de Valladolid publicada en la Imprenta de Luis Gaviria.

8-COLEGIO SAN GREGORIO: REYES CATÓLICOS Y ALONSO DE BURGOS

Un escudo grande en el cuerpo principal de la fachada, de los Reyes Católicos, con la granada, y cinco escudos de la flor de lis con la bordadura de cuatro cruces de la orden de Santo Domingo, de Fray Alonso de Burgos, obispo de Palencia de 1485 a 1499, fundador del Colegio.



La presencia del escudo de los Reyes Católicos, sostenido por leones y por el águila de San Juan podría tener una significación política o podría ser una alusión a la dedicación del edificio a la Monarquía, a quien Alonso de Burgos nombró heredera y patrona del Colegio.




El escudo de Alonso de Burgos, con ángeles tenantes o sin ellos, se observa repetido en los contrafuertes de la capilla, frentes de los lados de la portada, patios, escalera y en cuantos lugares del edificio hay espacio para colocarlos.

La figura del financiador del Colegio de San Gregorio, denominado Fray Mortero, se representa en el tímpano de la fachada.

9-CASA DEL SOL Y SAN BENITO EL VIEJO GONDOMAR

Un escudo grande se contempla en la parte alta de la fachada, como remate de la portada, El conde de Gondomar Don Diego Sarmiento de Acuña, Corregidor de Valladolid y Embajador de Don Felipe III en Inglaterra, colocó este escudo que substituiría a otro más antiguo.



Es partido, componiéndose el diestro de nueve círculos y debajo cuatro hojas, tres y una; el siniestro lleva nueve cuñas. Tiene bordura y en ella alternan castillos y leones y figuras de cinco escudetes en cruz. Alrededor van banderas, está coronado con la condal, encima de ella águila de todo bulto y más encima el Sol que ha dado nombre a este palacio.

Como adquirió el patronato de la capilla mayor  de San Benito el Viejo el mencionado conde de Gondomar, puso en el exterior del ábside de la misma un grandísimo escudo.


El campo de este escudo lleva significadas solo las nueve cuñas vistas en la «casa del Sol»; la bordura ostenta también escuditos con cinco estrellas, y rodean el blasón trece banderas que representan sucesivamente dos castillos, dos fajas, cinco estrellas, una cabeza de hombre, cinco bandas, tres fajas, media luna y castillo (en el vértice). Siguiendo ascendiendo por el costado del siniestro, fajas, media luna y fajas, castillo, faja, arco para disparar flechas, y fajas con media luna.

El Conde se encuentra enterrado en una cripta de San Benito el viejo, hoy tapiada.

10-LAS ANGUSTIAS: ARANZAMENDI

En el tímpano del frontón de la fachada principal y en el vértice de la portada lateral, se observan escudos iguales que petenecen al rico comerciante Martín Sánchez de Aranzamendi y su mujer Doña Luisa de la Rivera, los que financiaron la construcción de la iglesia de las Angustias. El escudo es partido, llevando a la izquierda un árbol con dos lobos pasantes (en marcha), , y a la derecha, la banda engolada en sentido del tajado. Está coronado por yelmo o casco el de la fachada principal y sin él el de la lateral.



Aranzamendi tenía su domicilio en un palacio, hoy desaparecido, situado en la calle San Blas.

11-IGLESIA DE LA MAGDALENA: PEDRO DE LA GASCA

Un gran escudo monumental ocupa la mayor superficie de la fachada de esta iglesia. es del obispo de Palencia Don Pedro de la Gasca, pacificador del Perú, con cuyos bienes se construyó la iglesia.



Es partido y tiene el diestro león rampante con bordura de cuatro castillos, y el siniestro trece círculos. Está rodeado con banderas, tres por cada lado, y otras dos más arriba, una la de la derecha con león; las demás llevan en el campo una cruz en aspa y sobre ella la P. En el vértice inferior, bajo la punta del escudo, un pequeños escudo con fajas. Lleva inscripción latina. Todo ello con el capelo y las borlas correspondientes a la dignidad episcopal.


12-COLEGIO DE SANTA CRUZ: CARDENAL MENDOZA

Sobre el balcón principal de la fachada del gran colegio, está el escudo de los Reyes Católicos, sobrepuesto al águila de San Juan, y a sus lados los del Cardenal, fundador del colegio,


El de la izquierda sobre manto con forro de veros y coronado por gran yelmo con cimera, el conocido de Mendoza, cuartelado en aspa, con la banda en el jefe y en la punta, y las palabras del AVE MARIA en los cuarteles laterales. En las partes altas de los seis contrafuertes de la fachada, en los frentes, se ven escudos del Ave Maria, y en los costados la cruz, del Cardenal, que sé repite en las enjutas de la puerta principal, y con los otros blasones del purpurado, en el patio.


13-SANTUARIO NACIONAL: ESCUDO REAL Y OBISPO DON DIEGO ROMANO

Sobre la portada adintelada se disponen tres escudos: los dos laterales corresponden al obispo fundador del mecenazgo. Y el del centro, un escudo real que debió de sustituir al del Colegio de San Ambrosio tras la expulsión de los jesuitas en el siglo XVIII.



Los dos escudos episcopales son partidos ( divididos verticalmente por la mitad de arriba abajo). A la izquierda del observador es cuartelado. En el primer cuartel representa una cruz florenzada; el segundo y tercero una águila pasmada (con las alas hacia abajo), coronada el del segundo y el cuarto tiene tres fajas (piezas horizontales). A la derecha del que mira es cortado, ofreciendo el campo superior un castillo de tres torres teniendo cabezas de león en los ángulos de tierra de dicho castillo; y el inferior un árbol sobre lobo marchando. Lleva el escudo capelo y los cordones laterales terminando en cuatro borlas, divisa de arzobispo. Estos escudos episcopales son del vallisoletano Don Diego Romano, obispo de Tlaxcala (Nueva España), es decir Puebla de los Ángeles (México).

14-CASA DE LOS ESCUDERO-HERRERO Fray Luis de León

Su portada, que ha sido descrita como de tradición hispano-musulmana por el uso de la ventana cuadrada (alfiz) sobre la puerta. Escudo de armas de las familia. Este edificio fue cárcel de la Santa Inquisición a finales del XVI y principios del XVII.



15-CASA DE LOS VILLAGÓMEZ Fray Luis de León

Su portada está rematada con pináculos en forma de pirámide. Sobre la puerta, destaca un escudo de gran tamaño de los Villagómez, dueños del palacio.