El plano diseñado por el ilustrador Jorge Méndez identifica los lugares que tuvieron especial importancia en Valladolid de 1520 a 1522. Ofrece información sobre la organización de la ciudad en cuadrillas -una especie de asociaciones vecinales por barrios de la época- que tuvieron mucha influencia en los órganos de gobierno municipales. Desde 1517 las cuadrillas estaban representadas en el Regimiento vallisoletano por dos procuradores mayores. "Quadrilleros y sesmeros que miran por el bien público". Las cuadrillas recibían el apoyo de todos los sectores de la ciudad incluyendo la Iglesia y la Universidad.
Valladolid era el mayor núcleo urbano del Reino de Castilla al norte del Sistema Central a principios del siglo XVI. La imagen nos muestra la trama urbana y nos sirve para entender el contexto histórico del movimiento comunero. Las Cuadrillas respondían a criterios territoriales sobrepasando los límites de la parroquia, aunque solían tener una iglesia de referencia para sus reuniones. Tenían una función fiscal (distritos para el encabezamiento), militar (reclutamientos) y urbanística (reconstruían su parte de la muralla). También se asociaban con profesiones porque los oficios se agrupaban por barrios. La de Costanilla estaba habitada por ricos artesanos (plateros,...). Zapateros en Saúco. Alfareros y banqueros en Mercado. Libreros y cuchilleros en Ruiz Hernández. Borceguineros (zapateros de botas) en Arnales. Hortelanos y Labradores en Población. Zurradores y pellejeros en San Esteban.
En 1506 había catorce Cuadrillas: Ruiz Hernández, Mercado, Cal de Francos, San Esteban, San Martín, San Pedro, San Benito, Reoyo, Población Saúco, Costanilla, Arnales, Ronco y Cuadra. En 1520 hay trece Cuadrillas pues se unificó la de San Martín con la de San Benito el Viejo.
COLEGIATA DE SANTA MARÍA
El 23 de agosto de 1520, la villa de Valladolid se unió oficialmente al movimiento comunero y se constituyó en “Comunidad”. La “Junta de Comunidad”, órgano revolucionario liderado por su capitán general el infante Juan de Granada, sustituyó al Regimiento como principal institución del gobierno local y comenzó a reunirse en la Colegiata. Ya se utilizaba la capilla de San Llorente de esta Colegiata o Iglesia Mayor para la elección de los dos procuradores mayores, representantes de las Cuadrillas. En 1520 habían sido elegidos Francisco de Saldaña (platero) y Pedro Hernández de Portillo (mercader). Se opusieron a la Junta de Comunidad por lo que fueron sustituidos por Velasco de Cueto y Pedro de Mayorga, afines al movimiento comunero. El levantamiento del común en Valladolid se produjo por la noche, cuando llego a la villa la noticia del incendio de Medina del Campo causado por el ejército real.
El 15 de diciembre de 1520, la Junta General, ya reorganizada, reanudó sus sesiones en la Colegiata y la villa se convirtió, después de la caída de Tordesillas, en cuartel general de la revuelta comunera. En Valladolid pasaron a coexistir tres instituciones “comuneras”: la Junta General de Comunidades, la Junta de Comunidad de Valladolid y la Junta de Guerra de Valladolid.
Carlos I reaccionó desde Alemania, el día 17 de diciembre, ordenando la salida de la Real Chancillería de Valladolid. Firmó el Edicto de Worms que condenaba a 260 comuneros (Padilla, Acuña, Laso de la Vega, Ayala, Ávalos, Maldonado, Hurtado de Mendoza y Tovar, Juan Bravo, Juan Zapata, Diego de Heredia,...). El cardenal Adriano de Utrecht escribió a la Junta recordando que la ciudad debía fidelidad al Rey. El Condestable de Castilla, Iñigo Fernández de Velasco capitán general de las tropas realistas, amenazó a la Junta para que se disolviese y entregara las armas.
Cuando la celebración estaba vinculada a la Universidad los toros corrían en a Plaza de Santa María.
MURALLA Y PUERTAS
Las cuadrillas, nombraron nuevo capitán general de las mismas durante las Navidades de 1520, así como nuevos alcaldes ordinarios y alguaciles. La villa comenzó a rearmarse, con tiros en las puertas de la muralla y a lo largo de ella; y se estableció un especial dispositivo de vigilancia en las cavas y garitas. Asimismo, se llevó a cabo una concienzuda inspección para comprobar que la cerca estaba en buenas condiciones y repararla allí donde fuese necesario.
En estos días se gestionó el alojamiento de los miembros de la Junta General llegados a Valladolid desde Tordesillas; representantes de las once villas y ciudades que continuaban en la lucha comunera: Toledo, León, Murcia, Salamanca, Toro, Segovia, Cuenca, Ávila, Zamora, Valladolid y Madrid.
Después de la batalla de Villalar el 27 de abril de 1521 Valladolid recibe el perdón de Carlos I. Vuelven a la ciudad el Conde de Benavente, el Condestable de Castilla y el Almirante de Castilla.
De las nueve puertas de la muralla pocos restos quedan. Solamente en la parte este se conserva el postigo del Prado de la Magdalena. Formaba parte del Palacio de María Molina. Hoy en el Convento de las Huelgas junto a la Iglesia de la Magdalena.
SAN FRANCISCO
En este convento estaba instalada la campana del Concejo que avisaba a la población de los acontecimientos.
PALACIO DEL ALMIRANTE DE CASTILLA
Ocupa el espacio que donde está ahora el Teatro Calderón. Sirvió de Residencia al gobernador Adriano de Utrecht, representante de Carlos I. Era uno de los dos palacios del Almirante de Castilla, Don Fadrique Enríquez. El otro se situaba en Medina de Rioseco.
PLAZA DEL MERCADO
El 31 de diciembre de 1520 entra Juan de Padilla en Valladolid y es aclamado en esta plaza como capitán general de los Comuneros. Compartirá el poder con el obispo Acuña y otros dos procuradores.
CONVENTO DE LA TRINIDAD CALZADA
Estaba situado junto al Monasterio de San Ana. Fue fundado por Alfonso X en 1256. En el año 1520 se reunieron en este convento los Jefes de las Comunidades de Castilla. Precisamente en otro convento, en el segoviano del Corpus arrancó la revuelta el 29 de mayo de 1520.
MONASTERIO DEL PRADO
Los Jerónimos se habían instalado aquí en 1440. Fue el escenario de las conversaciones y negociación entre los realistas y los comuneros.
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