domingo, 16 de mayo de 2021

AMPUDIA

Para celebrar mi cumple, por adelantado ( la trabajadora manda y el jubilado obedece), hemos ido este domingo a Ampudia. Esta villa presenta un trazado urbano característico de las villas de época bajomedieval, con una morfología urbana caracterizada por la presencia de un recinto fortificado que protegía la población, constituido por el castillo y la muralla. De la Cerca se conserva un torreón cercano al castillo. 

CASTILLO Y MUSEO COLECCIÓN FONTANEDA

El Castillo fue edificado a mediados del siglo XVI por don García López de Ayala, señor de Ayala y Salvatierra e hijo de don Pedro García de Herrera, primer titular del Mayorazgo de Ampudia. 





Tiene una planta trapezoidal, posee torreones en los ángulos, correspondiendo el del sudoeste a la Torre del Homenaje, y foso salvado mediante puente levadizo. Está rodeado por un muro de barbacana con torres cilíndricas. 



 Las zarceras de las bodegas asoman alrededor del castillo y la ermita. .


 La fachada está decorada con dos garitas ornamentales y en la puerta principal cuelga el escudo del Duque de Lerma. 




 En el interior, como se corresponde a un castillo señorial de los siglos XV y XVI, el patio de armas abandona su función castrense y se convierte en un delicado patio renacentista, con arcos escarzanos.




En las estancias del piso inferior se expone la colección Fontaneda. Empezamos por la cocina.



Seguimos por la botica. 


Continuamos por la armería. Donde además de material bélico se exhiben varios organillos de manivela.



Debajo de la torre hay un pequeño museo  arqueológico especializado en la época romana.



Terminamos con la sala dedicada a juguetes.



ERMITA DE SANTIAGO

En un principio estaba dentro del recinto del castillo y funcionaba como capilla del mismo. Desde el siglo XVIII pertenecía al monasterio de Alconada. En la actualidad depende de la Parroquia de San Miguel. 




El edificio que se conserva fue construido durante los siglo XVI y XVII. Está rodeado de bodegas y de restos del recinto exterior del castillo. 





ARQUITECTURA POPULAR

 Concentradas en las calles Corredera y Ontiveros, se han preservado con escasas alteraciones un conjunto de casas porticadas Se trata de viviendas de dos alturas, construidas con un entramado de madera y muros de adobe y cuya parte baja presenta un soportal organizado mediante pies derechos aislados del suelo por una basa de piedra, que reciben los esfuerzos a través de zapatas de madera. 




La edad media de estas casas es de unos trescientos años. El origen de estas estructuras era la presencia de una Feria franca (que no se pagaba un canon por establecerse) desde época de Felipe III. 



 En estas calles se situaban los comerciantes, protegidos del sol, de la lluvia o del viento. En muchas casas aún se conservan hornacinas donde se colocaban esculturas para pedir la protección divina, o dedicadas al santo patrón del oficio al que se dedicaban.




Por toda la villa se pueden encontrar casonas de piedra y ladrillo, algunas blasonadas. 




LA COLEGIATA DE SAN MIGUEL


Desentona por su gran tamaño. se ve desde la lejanía antes de llegar a Ampudia.



Es una construcción en estilo gótico-renacentista de finales del siglo XV y principios del XVI. Sin embargo ha presentado varias reformas y reconstrucciones. El templo presenta tres naves ojivales cubiertas con bóvedas de crucería estrelladas, la nave central apenas sobresale de las laterales y capilla mayor octogonal.




 La Capilla Mayor tiene arcos apuntados sobre pilares compuestos y arcos de medio punto sobre pilares octogonales en las naves. Obra del tercer cuarto del siglo XV, su construcción fue patrocinada por los señores del castillo, los Herrera y los Ayala, con forma ochavada podría estar destinada a capilla de enterramiento.


En el interior sobresale la capilla con el enterramiento de los Ayala. 








Un panel nos informa del proceso de restauración del monumento funerario renacentista.

La iglesia conserva en las capillas de Santa Ana y San Ildefonso, un conjunto de bienes muebles y retablos de interés singular, que se incluyen en la declaración como partes integrantes.





El coro está presidido por un órgano del siglo XVIII.


 La portada gótica se abre a la fachada norte. Está protegida por un sotechado del siglo XX que afea el conjunto aunque haga su labor ante las inclemencias del tiempo. 



Hay otra puerta más sencilla en el lado sur.

 La torre, conocida como 'Novia de Campos' 'Giralda de Campos', o 'La Bella de Campos' con sus numerosos contrafuertes, pilares, balaustres, y una altura de 62 metros parece más bien la de una catedral. Es obra renacentista de mitad del siglo XVI. Se finalizó en 1561 bajo los auspicios de Fray Pascual de Ampudia, cuyo escudo campea en ella. Está compuesta de dos partes bien diferenciadas. La primera lo constituye un altísimo prisma con contrafuertes, compuesto de cuerpos separados por sencillas cenefas. La otra parte es el remate del propio campanario con esbeltas troneras, que está mucho más trabajado y está decorado con pináculos y balaustrada. Desgraciadamente está en restauración y cubierta de andamios.


 El párroco abre media hora antes de la misa para los visitantes. Se agradece esa costumbre que permite disfrutar del interior de la colegiata sin molestar. 

CONVENTO DE SAN FRANCISCO

Del antiguo Convento, fundado por el Duque de Lerma en el siglo XVII y afectado por las leyes de desamortización del siglo XIX, únicamente se conserva la iglesia, que ha sido reconvertida en museo de Arte Sacro. En sus dos plantas se muestran obras de escultura, pintura y orfebrería de los siglos XIII al XVIII. Quedan restos del claustro y otras dependencias.


HOSPITAL DE LA CLEMENCIA

Un ratito antes de la hora de comer visitamos el antiguo Hospital. A principios del siglo XIII se funda el Hospital de Nuestra Señora de la Clemencia por Pedro García de Herrera, Mariscal de Castilla, con el fin de atender a los pobres del pueblo y alrededores, labor que desarrolló hasta 1946. 





El edificio ha sido reformado y alberga en su interior la oficina de turismo y cuenta con dos exposiciones permanentes, la de maquetas de Sebastián Vaquero y el Museo de la Medicina. 





Un maniquí con el traje usado para el paloteo en la romería de la Arconada destaca en la antigua capilla del hospital.


Comimos de maravilla en el Mesón. Probé de primero sopas de ajo con costra al estilo tradicional, como las hacía mi abuela cuando era niño. Y de segundo trucha escabechada, un plato típico palentino que me ha sabido a gloria. Todo ello regado con vino de Mucientes, no hay que olvidar que estábamos en la zona del clarete. De remate nos metimos entre pecho y espalda un sorbete de mango. Un postre postmoderno que contrastaba con la cocina tradicional de los platos.  Habíamos llegado a las diez de la mañana. Pasadas las tres y media fuimos a recoger al coche. De paso pasamos por el pósito, hoy salón multiusos. Cinco horas y media en Ampudia muy bien aprovechadas.



Salimos en dirección a Trigueros del Valle, donde pasaríamos la tarde.  Pero eso es otro cantar que merece una entrada aparte en este blog. 






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