LA TORRE DE SAN MARTÍN

Esta imagen corresponde a un dibujo de 1756 conservado en el Museo de Valladolid (Palacio Fabio Nelli). Originalmente tuvo un chapitel piramidal de fuerte pendiente que tuvo que ser demolido al aparecer grietas, actualmente está cubierta por un tejado a cuatro aguas sin excesiva pendiente. 

La torre se encuentra rodeada de construcciones cercanas lo que dificulta encontrar un buen punto de vista para poder observarla en todo su esplendor.

La torre se encuentra ahora adosada al muro norte del primer tramo de la iglesia y tiene acceso desde ésta a su piso bajo que sirve de sacristía. Es de planta casi cuadrada y de notable altura en relación con su base, lo que le confiere una gran esbeltez.

 Responde a los cánones de los primeros años del siglo XIII.  El primitivo templo, permaneció en pie hasta 1588, momento en el que se decidió demolerlo para levantar una nueva iglesia. La torre es el único elemento que sobrevive del antiguo edificio.

 Aunque imita  en su volumen y composición a la torre de La Antigua,  la de San Martín ya es gótica. Los arcos apuntados, las ventana amaineladas  (dos arquitos  cobijados por otro que los descarga) del segundo cuerpo y las molduras así lo demuestran. 

Supone un gran avance arquitectónico respecto a la de la Antigua pues ésta es maciza La de San Martín, sin embargo, en los cuerpos bajos alojan tres cámaras, una encima de otra, cubiertas con bóveda de cañón. Se comunican por medio de una escalera de caracol que sube hasta el cuerpo con las ventanas amaineladas. Si comparamos las proporciones y la altura ámbas solo se diferencian por la flecha con estructura de madera en su remate. Pero la similitud exterior nada tiene que ver con la  estructura interior, totalmente distinta. 

La desaparecida torre de San Esteban y la de la Colegiata de Santa María la Mayor también tendrían una imagen exterior muy parecida. 

Las ventanas del penúltimo cuerpo son estrechas con arcos que descansan sobre machones en cuyo frente se disponen columnillas ornamentales de doble fuste y capiteles con decoración vegetal. Las roscas de los arcos son lisas, como también lo son las molduras que forman los cimacios, las chambranas y las impostas 

En los huecos más altos se encuentran las cinco campanas de que dispone la torre, todas fundidas a finales del siglo xix excepto una, de 1708. 

La restauración exterior y recomposición interior de la torre de San Martín fue especialmente importante dada la significación de este elemento arquitectónico. En concreto, las labores han incluido la limpieza de las fábricas exteriores, picado y rejuntado de los muros. También se ha trabajado en la consolidación y reintegración de los volúmenes en las zonas donde se habían perdido. Además se ha restaurado la cubierta y se han recuperado los accesos al interior de la torre.