miércoles, 4 de mayo de 2022

CIUDADELA DE BRAGANZA

 





El conjunto está muy bien conservado además del castillo y  la plaza de armas se encuentran  la Iglesia de Santa Maria y la Domus Municipalis. Lamentablemente el castillo estaba cerrado por que era lunes. También encontramos cerrada la iglesia. Pero el paseo por la ciudadela mereció la pena.





 También se mantiene el antiguo conjunto de casas medievales de calles estrechas y pequeñas viviendas encaladas de blanco. 

 Las murallas de dos metros de anchura rodean el núcleo histórico de la ciudad, encerrando tres hectáreas de tierra. Desde allí se pueden ver las montañas de Montesinhos al norte y Sanabria al oeste. Se puede pasear cómodamente por el adarve de la mayor parte de la muralla. Por el lado este se ve el río Fervença y hacia el sur la ciudad nueva de Bragança. 












Hay tres puertas en la muralla. Entramos por la Porta do Sol que se sitúa frente a la ciudad nueva.  Las otras dos puertas invocan a San Antonio.




 Entre las quince torres destaca la Torre da Princesa, antigua dependencia de la Casa dos Alcaides, y el Castillo de Rebordões al este. Fue habitada por la hermana de D. Afonso Henriques, como refugio para las infidelidades de su esposo, Fernão Mendes.  Hay varias leyendas sobre la Torre de la Princesa, todas muy trágicas. Una es que allí vivía una princesa huérfana y morisca, por haber transgredido las normas de su religión y haberse enamorado de un caballero cristiano. 




La Iglesia de Santa María  fue edificada en el s. XIV en un estilo gótico sin florituras, también es conocida como Iglesia de Nuestra Señora del Sardão. Considerada como la iglesia más antigua de la ciudad  fue reformada en estilo barroco. La fachada presenta una portada barroca ricamente decorada con dos columnas salomónicas decoradas por hojas de vides y racimos.



El Pelorinho tiene una base muy singular, un cerdo conocido como «a Porca da vila». En castellano se llaman Picotas o rollos, son unas columnas de piedra que se situaban en lugares públicos donde antiguamente se ajusticiaban a los presos y donde se exponían para su vergüenza pública.

La Domus Municipalis fue construida en el siglo XII para hacer de cisterna y guardar el agua, pero que ya antiguamente fue reconvertida en lugar de reunión para los hombres que gobernaban del municipio, con bancadas de piedra laterales donde se sentaban para debatir y tomar decisiones. Está considerado como uno de los pocos edificios civiles en estilo románico que se conservan en la Península.





En la Torre Principal del castillo, con 17 metros de anchura y 33 metros de altura, merecen una referencia algunos elementos artísticos góticos, principalmente las almenas, las ventanas con barandillas y la piedra de armas de la Casa Real de Avis, fundada por D. João I.
Su interior acoge el Museo Militar. Pero como hemos dicho no pudimos entrar.






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