Es la cuarta entrega protagonizada por la ertxaina Ane Cestero. Al principio aparece muerta una empresaria en un pozo de los Montes de Hierro. Y la trama se va entretejiendo con la vida personal de los agentes de la unidad personal de al policía autonómica, la reapertura de una mina y las supersticiones de la comarca.
Ibón Martín es un maestro del suspense, siempre entretiene y mantiene en vilo al lector hasta las últimas páginas dónde se aclara quién es el culpable.
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Los paisajes de la costa cantábrica, del interior de Guipuzcoa y de la zona minera vizcaína sirven de telón de fondo. Retrata al País Vasco más profundo y más auténtico, mar y montaña., con gran diversidad de personajes (pescadores, pescaderas, antiguos mineros, empresarios, apicultores, surferos, taberneros, curas, monjas y Ane Cestero reconvertida en cafetera. No falta de nada. Todas las capas de la sociedad vasca al descubierto.
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