viernes, 30 de abril de 2021

RUTA DEL CLARETE-1: CIGALES

Nada más más salir de la autovía en la desviación a esta localidad  vemos las primeras viñas y dos bodegas. Cigales se sitúa entre los Montes Torozos al oeste y el río Pisuerga al este. Un cinturón de promociones de adosados rodea el pueblo. Aparco el coche a la entrada de la carretera de Valladolid, en la calle que sale de la rotonda. Según camino hacia el centro saco fotos de las viviendas tradicionales, algunas de piedra y otras de ladrillo. Las de adobe han desaparecido prácticamente.




Los primeros documento escritos sobre Cigales son del 
 siglo XII, concretamente en el añ0 1110. Ya en los siglos XIII, XIV y XV "era grande su importancia", según se lee en las crónicas de la época.

En la plaza un plano turístico nos informa de los lugares visitables.


La iglesia parroquial de Santiago Apóstol
se ve desde cualquier punto de Cigales, sus torres sobresalen por encima del caserío.


 Es un edificio renacentista del siglo XVI, proyectada por  arquitecto Rodrigo Gil de Hontañón. Lo que más llama la atención es la monumentalidad del edificio, sobre todo sus dos torres inmensas, siguiendo claramente el estilo Herreriano de  la Catedral de Valladolid. A esta iglesia la llaman la catedral del vino. 


En el atrio que se abre a la calle de abajo se muestra una exposición relacionada con el vino, no podía ser de otra manera. El clarete lo inunda todo.






Su construcción se alargará y será finalizado en 1772 por los arquitectos Juan de Saravia y Diego de Praves con el oro que desde México envió un cigaleño de excepción: fray Antonio Alcalde Barriga, por aquel entonces obispo de Yucatán y Guadalajara en México. 

 La portada del lado sur, de estilo clasicista, destaca por el relieve con la figura de Santiago a caballo.


La portada orientada el oeste es más austera y  tiene menos interés.


Rodeé el edificio para hacerme una idea de sus dimensiones.

En la plaza que se sitúa al norte del templo se ha colocado una estatua de Fray Antonio Alcalde (1701-1792), fraile dominico  que llegó a ser obispo del Yucatán y más tarde de Guadalajara en Nueva España. No volvió de las Américas y fue enterrado en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. Colaboró activamente con Carlos III en la repoblación y organización de los territorios del actual estado de Jalisco. Como obispo ilustrado fundó escuelas,  la universidad, construyó casas conocidas como las cuadritas, dotó de rentas al hospital. Hizo de Guadalajara la ciudad más próspera de México. Pero no se olvidó de su pueblo, financió con más de un millón de reales la construcción de la fachada de poniente, de las dos torres y otras partes de  la Iglesia de Santiago. 



Detrás de la iglesia, en la plaza, se encuentran el Ayuntamiento y el antiguo Hospital de San Juan Evangelista. 


Todavía se conservan algunas fachadas de casas nobles. La antigua casa de D. Francisco Calderón mayordomo de los Duques de Frías y perteneciente al Marquesado de Santillana; es un edificio del S. XVI levantado sobre un alto zócalo de piedra. En su fachada podemos ver dos escudos realizados en piedra caliza enmarcados cada uno de ellos por el cordón de San Franciso, el de la derecha ornado con cinco calderos y el de la izquierda con roeles y decorado con pequeñas conchas y gaviotas. Hoy se usa como sede de la denominación de origen.


Muy cerca de la plaza está también la antigua vivienda de los Manuel Díaz Quijada Alcalde; parientes de Fray Antonio Alcalde, obispo de Guadalajara y Yucatán.  La fachada de este noble edificio de piedra caliza se decora con un relieve en el dintel de un balcón honrando la figura de su antepasado acompañado de una compleja Iconografía.



Otro edificio de interés, actualmente vivienda particular,  ha conservado perfectamente la fachada. Sirvió como lugar de culto desde 1902 a un grupo de protestantes que vivieron en Cigales bajo el nombre de la Iglesia Evangélica de San Pablo.

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Abundan las casas con portadas de piedra, restauradas con mayor o menor acierto.




No debemos olvidar los dos barrios de bodegas tradicionales, 450 contabilizadas,   que dieron fama a los caldos de Cigales. Son construcciones tradicionales excavadas en la tierra, con zarceras —o respiraderos— de piedra los más antiguos y de ladrillo los más recientes. 






Además de las bodegas hay otras construcciones también excavadas en la tierra. Son  cuevas que han servido de hogar familiar hasta finales del siglo XX. Los taludes que con las aguas de lluvia fueron formándose a ambos lados de un antiguo camino, convertido en calle Chamberit, sirvieron para excavar en ellos estas viviendas. También apareció este tipo de viviendas en las gravas de la Ronda del Obispo y alrededores.






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