Ida y vuelta: cuatro kilómetros
Tiempo: una hora desde la iglesia hasta el parque y vuelta.
Empezamos el recorrido en la plaza de la iglesia. Entre la torre y el tejado hay media docena de nidos de cigüeña. La parroquia de San Juan se asienta un edificio de la segunda mitad del XVI bastante reformado con posterioridad. La torre de ladrillo le da un toque de color contrastando con el blanco de los muros.
La portada de medio punto se cobija bajo el atrio orientado al sur.
Curiosamente es uno de los pocos pueblos de Valladolid que conserva el cementerio adjunto a la iglesia.
A unos cien metros de la Iglesia se encuentra el Pisuerga. Empezamos el camino frente a un cartel que explica un poco el ecosistema de ribera.
Se trata de un camino muy cómodo, de tierra fijada con apisonadora. Tiene lado de sombra y de sol. Hoy el tiempo era inmejorable para pasear, veintiún grados y nubes altas que tapaban el sol. Seguimos paralelos al meandro del río Pisuerga.
Vamos viendo carrizos , chopos, fresnos y el lento discurrir del agua. Al otro lado del río podemos adivinar las viviendas del barrio de La Overuela.
Las cigüeñas nos acompañan sobrevolando el río.
A mitad de camino han construido un mirador de aves. Un panel nos informa sobre las diferentes especies: Cormorán, Garza, Lavandero y Martin pescador. Vimos pocos pero fui escuchando muchos trinos diferentes de pájaros.
Un rato después de pasar el mirador hicimos el camino de vuelta.
Es increíble el número de lugares que hay cerca de Valladolid para pasear tranquilamente y entretenerse tomando fotos.
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