ORQUESTA SINFÓNICA DE GALICIA
16 DE NOVIEMBRE VIGO
17 DE NOVIEMBRE ORENSE
18 DE NOVIEMBRE FERROL
CONCIERTO PIANO 2O MOZART Re menor K466
Al único concierto en clave menor piano de Mozart, se considera el primero de una sucesión de media docena de sublimes obras maestras para piano orquesta que datan de 1785-1786, el mismo breve lapso de tiempo en el que también creó Le nozze di Figaro, la Sinfonía de Praga, el Trío de Clarinetes, los dos últimos cuartetos de cuerda dedicados a Haydn y el Cuarteto de Cuerdas en re, K. 499, la Sonata a cuatro manos en Fa, K. 497, y el Concierto en Do menor. Entre 1784 y 1786 Mozart compuso, aparte de otras obras considerables, la asombrosa cantidad de doce conciertos para piano. El compositor-pianista era en ese momento todavía el ídolo de la sociedad vienesa. Beethoven, que tenía quince años, mantendrá en su repertorio este concierto, por muchos años. Y compondrá las cadenzas (sección de piano solo, destinada a que el intérprete improvise o meta su cuchara elaborada de antemano) para éste y otros conciertos. El éxito del Concierto del 11 de febrero de 1785 (se terminó el día anterior) fue considerable, basado en gran parte en la interpretación del exigente solo por parte del compositor.
Estructurado a la manera tradicional: movimientos rápido - lento- rápido, el primer movimiento (allegro) comienza con una introducción a cargo de la orquesta que se extiende por dos minutos. Tras ella, entrará el piano solista. En re menor y 4/4, un largo tutti orquestal da el tono desde el comienzo. El drama se dibuja sobre un ritmo levemente sincopado y siguiendo un movimiento ascendente hasta el ritornello declamado por los instrumentos de viento. Entra el solista con un nuevo motivo aunque rápidamente vuelve al tema principal de mano de la orquesta, que se une al piano en un largo rasgo de semicorcheas. A continuación, el piano se apodera del tema inicialmente expuesto por los oboes y posteriormente declama una bellísima melodía en Fa. Un recuerdo de los pasajes escuchados precede al desarrollo, en donde el piano repite hasta tres veces el tema de su entrada en distintas tonalidades — Fa mayor, sol menor y Mi bemol — antes de lanzarse de lleno a nuevos pasajes de escalas apoyados por la orquesta con los ecos del ritmo inicial. Durante la recapitulación el diálogo entre solista y orquesta se vuelve aún más cerrado y el piano interviene incluso cuando aún no se ha terminado el tutti orquestal.
El segundo movimiento (romanza) en Si bemol y compás de 2/2, supone un magistral contraste ante el fuego desatado del primer movimiento. Una ensoñadora melodía es murmurad por el piano y seguidamente declamada por la orquesta. Luego de haber expuesto la segunda parte del tema, la orquesta añade una especie de cadencia conclusiva de una belleza trascendental. El piano se arranca con una melodía cantabile apenas orlada de modulaciones y discretamente acompañada por el cuarteto de cuerdas. Reaparece el estribillo y a continuación el drama mediante un tema obsesivo y agitado en sol menor que luego es repetido en Si bemol antes de volver a la tonalidad anterior con la acentuación de los instrumentos de viento. La tranquilidad vuelve con la repetición del tema principal seguido de una coda que vuelve a introducir la cadencia conclusiva del inicio del movimiento. El piano se despide escoltado con la suavidad de las notas ligadas de las maderas.
El tercer movimiento (rondo-allegro assai), en re menor y compás de 2/2, vuelve a la atmósfera del primero. Una fulgurante exposición del piano es recogida por la orquesta en repetición, imitación y añadido de ritornello. El primer intermedio comienza con un canto del piano solo aunque el tema inicial vuelve rápidamente, primero seguido de un nuevo pasaje en fa menor acompañado por vientos y cuerda; luego, y después de una cadencia en Fa, por un motivo conclusivo cantado por los instrumentos de viento y repetido por el piano. Tras el estribillo aparece un nuevo intermedio con material temático ya conocido. El piano va dialogando al contrapunto de flauta y fagot para posteriormente tomar el tema de su primer intermedio en sol menor y luego la melodía en fa menor que ahora no tiene nada de alegre. Una vigorosa intervención de la orquesta precede a la cadencia. Un acorde en calderón del piano cede el turno al óboe, quien hace resonar el tema conclusivo en Re mayor que recoge el piano tras una filigrana ascendente. De manera casi imperceptible, toda la atmósfera se torna alegre y vivaz. Unos deliciosos diálogos entre los vientos ante el dibujo ostinato del piano condimentan de gracia el final. Se remata con un acorde final un tanto curioso (Re-Do sostenido).
CONCIERTO PIANO 23 MOZART La mayor K488
Gracias al Catálogo, que elaboró Mozart, sabemos que el Concierto No 23 (K. 488) fue terminado el 2 de marzo de 1786. Sin embargo, también sabemos que la obra fue iniciada en 1784, cuando Mozart vivía su mejor momento como pianista en la capital de los Habsburgo. En algún momento Mozart debió dejar el trabajo de lado (quizá ocupado por la composición de Le Nozze di Figaro, y solo lo terminó a fines del invierno de 1786, cuando fue incorporado al catálogo con la fecha ya anotada.
El Concierto en Piano la mayor sustituye a los oboes de tonos brillantes que se suelen encontrar en los conciertos de Mozart por clarinetes, para obtener una coloración más oscura, particularmente en el apasionado y rico movimiento lento cromático en la rara tonalidad de fa menor.La atmósfera permanece íntima, con intercambios entre los vientos de madera - flauta, clarinetes, fagotes - aumentando el sentimiento de música de cámara de los dos primeros movimientos; y mientras que el rondo-final puede ser un asunto de envío a casa, difícilmente carece de esos toques pasajeros de patetismo sin los cuales Mozart simplemente no sería Mozart.
Orquesta sinfónica de Galicia 2013
Primer
movimiento: Allegro/Alegre
y vivaz, con uno que otro toque melancólico.
Segundo
movimiento: Adagio/Apasionadamente
bello. Su delicioso tema fue "pedido en préstamo" por una
publicidad de Air France, hace algunos años.
Tercer movimiento: Allegro assai /Un rondó exuberante.
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