La Guerra de la Independencia, Juan Rico i Vidal
Se organizó la Gobernación de Orihuela que incluía todo el Vinalopó, Valle del Segura y la costa sur de Alicante hasta el Mar Menor. Prácticamente la mayoría de este territorio estaba en la retaguardia y al comienzo de la guerra hubo pocos enfrentamientos militares.
Lo que causó más impacto en la población fue la fiebre amarilla de 1811. Se tuvo que crear un cordón sanitario alrededor del valle del Segura y el Bajo Vinalopó. Monóvar quedó fuera de esta zona. Afectó de manera especial a Elche que perdió el cuarenta por ciento de sus veinte mil habitantes. Las cifras oficiales hablan de ocho mil fallecimientos entre el 19 de septiembre y 18 de octubre de 1811. Había unos cien fallecimientos diarios.
La epidemia llegó a Cádiz en un barco desde Baltimore y luego se extendió al puerto de Cartagena el tres de agosto. En Elche se detectó el primer caso el dieciséis de agosto. La fiebre amarilla la transmite el mosquito, de persona a persona. En el valle del Vinalopó en verano es una zona con alta población de mosquitos. Esto facilitaba la transmisión.
El Padre Juan Rico (Monóvar 1773-1847) ha sido definido por Javier Pérez Payá como “monovero, fraile, guerrillero, político, emigrante exiliado, cura casado, patriota liberal, viajero y orador, entre otras cosas”. Participó en el levantamiento contra los franceses y escribió una Memoria sobre la Revolución en Valencia durante su prisión en Ibiza en 1809. Participó en las Cortes de Cádiz y fue testigo de la promulgación de La Constitución de 1812. Juan Rico fue detenido y encarcelado en varias ocasiones, logró fugarse, acusó a los responsables del Gobierno de entonces de no evitar la catástrofe que se le venía encima a la ciudad si no se tomaban medidas y defendió al Reino de Valencia con movilizaciones guerrilleras. Con la restauración del absolutismo, tuvo que abandonar el país. Primero se instaló en Londres y después en Alabama, donde formó parte de una colonia agrícola. Además, fue diputado en varias ocasiones, tuvo una destacada actividad en las Cortes del Trienio liberal. Se retiró a los sesenta y nueve años muriendo a los setenta y cuatro años en Monóvarl.
Hay una calle dedicada a este insigne monovero, fruto de las iniciativas que en el año 1922, personajes de la cultura local, pretendían levantarle un monumento y acabó con una calle a su nombre. “En el caso de no poder erigirle en la actualidad al perínclito fraile monovero, la estatua que su brillantísimo historial merece, por lo menos dedicarle una lápida conmemorativa hasta que “más adelante”, -cuando sea factible- se le alce el monumento. (La Cháchara, 20 de marzo de 1927)”.
En septiembre del años actual 2022, coincidiendo con el 175 cumpleaños de la muerte de Juan Rico i Vidal, el Ayuntamiento de Monóvar, con la colaboración de la Universidad de Alicante, ha organizado una serie de actos con el fin de rendir homenaje a este destacado monovero liberal. Se construirá un monolito conmemorativo, se creará una exposición permanente sobre su persona y el contexto histórico en el cual vivió, se publicará material didáctico y un video divulgativo, y la se organizarán de unas jornadas de difusión sobre el personaje y su tiempo. La Diputación Provincial de Alicante ha concedido una subvención al Ayuntamiento de 5.267 euros para los actos de homenaje al padre Juan Rico y su tiempo. Por otra parte el Ayuntamiento de Monóvar aportará 8.900 euros.
A los generales de Napoleón les gustaba el vino de Alicante. Rafael Poveda publicó un articulo en el diario Información sobre la carta del Mariscal Suchet (1770-1826) -que dirigió el asedio a Valencia- a otro general francés Delort, que venció a O´Donnell en Castalla, a Ello en Yecla y al coronel Algarra en San Vicente de Raspeig. El texto de la misiva fechada en 1812 dice: "Le quiero agradecer infinitamente la atención que ha tenido conmigo al enviarme un pequeño tonel con vino de Alicante, que me ha parecido muy bueno. " Firma el Duc d´Albufera (Suchet).
Vídeo recreación batalla de Castalla 1813
Liberales de Monóvar
La lucha entre el liberalismo y el absolutismo se vivió en Monóvar con una intensidad. Perseguidos, encarcelados, algunos fusilados, durante los duros periodos del absolutismo fernandino. Con la proclamación de Isabel II, aun viendo triunfar sus ideales, tuvieron que proseguir su tenaz conquista de la libertad contra carlistas y conservadores. Los liberales monoveros que formaban un grupo de interesantes personalidades, lideradas por D. José Pérez Paya, al qué apodaban Ganyivetet. A él escriben los Duques de Híjar llamándole querido Pepe, el Marqués de Salamanca que le llama cariñosamente querido Pepito y cuantos en aquellos días manejaban los hilos de la política nacional y local. Su hermano Miguel María fue senador del Reino por el partido liberal y su otro hermano Ciro Pérez Paya, «Don Ciro el vell» muerto el general Prim, y elegido para ocupar el trono D. Amadeo de Saboya, acudió a rendirle como delegado regio. José Pérez Paya, nacido en Monóvar el 17 de octubre de 1805, era hijo de D. José Pérez Navarro, nieto de D. José Pérez y Brotons, y biznieto de Miguel Pérez, todos ellos abogados de los Reales Consejos. Ejerció como abogado de la Real Audiencia de Valencia.
Conocido de sobra por sus logros en la empresa y la política del siglo XIX, la biografía de José de Salamanca y Mayol - Marqués de Salamanca (Málaga, 1811-Madrid, 1883)- esconde un dato poco conocido. Fue alcalde Monóvar de 1833 a 1835. Con 23 años, siendo alcalde en Monóvar, fue dado por muerto y se levantó de su propio velatorio cuando ya tenía el ataúd preparado. Fue dado por muerto por los médicos. El archivo municipal recoge todos los logros de su joven regidor, pero de entre todos ellos destaca su «valerosa conducta» durante una epidemia de cólera que asoló Monóvar entre los años 1833 y 1834. Terminó contagiado ydado por muerto. Pero José de Salamanca y Mayol 'resucitó' en un momento de la noche. La muerte -la real-, le llegaría al malagueño casi medio siglo después, en 1883, en su palacio madrileño.
Presentación película Marqués de Salamanca RTVE Película de Edgar Neville estrenada en 1948. Actúan Alfredo Mayo y Conchita Montes.
En 1833 cabeza de Partido Judicial
En 1833, con el primer gobierno liberal después de la muerte de Fernando VII, fue cuando se crearon las provincias que ahora conocemos. La capital dejó de ser Orihuela y pasó a Alicante. También se crearon las cabezas de partido judicial, es decir, ciudades donde se atendían los asuntos judiciales de otras más pequeñas. Se buscaron poblaciones importantes dentro de las comarcas, y se decidió que la más importante del Medio Vinalopó era Monóvar. Los catorce partidos judiciales de la provincia de Alicante eran Alcoy, Callosa d'en Sarrià, Cocentaina, Denia, Dolores, Elche, Jijona, Novelda, Monóvar, Orihuela, Pego, Villajoyosa y Villena. A Monóvar como cabeza de partido judicial, en la que quedaron adscritas Elda, Pinoso, Petrer, Salinas, La Algueña, y otras poblaciones de la comarca con menos censo demográfico. Al frente de cada partido judicial se creó en 1834 un Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción, quitando a los alcaldes el ejercicio del Poder Judicial. Los eldenses no estuvieron de acuerdo con dicha división, y sin embargo fue justo ya que la población monovera tenía mucha más importancia económica que Elda.
Edificio del Ayuntamiento
El 17 de agosto de 1845 se derriba la antigua casa del Ayuntamiento, que albergaba desde 16820 la sala del Consell y la cárcel. El cinco de septiembre de ese mismo año se empieza a construir el edificio actual. Se terminó en 1856. Alcanza los noventa palmos de altura. El exterior es de piedra con cubierta a cuatro aguas rematada con una torre en el centro del edificio.
Destaca el balcón corrido del primer piso en la fachada principal donde se sitúa la Sala de Plenos, así como la combinación de ventanas y balcones en las fachadas laterales. En el interior destacan el vestíbulo de entrada con la escalera abierta en dos brazos y situada de forma exenta en posición centrada respecto al eje de simetría del conjunto y los artesonados de los techos.
Monóvar en El Diccionario Geográfico Estadístico Madoz (1849)
En las producciones agrícolas enumera trigo, cebada, avena, maíz, abundante vino, barrilla, aceite, almendra e higos. Añade que se cría ganado lanar y cabrío. Hay caza de algunas liebres y conejos. Hay dos molinos harineros en Monóvar.
Entre otras curiosidades menciona que en Elda y Salinas se hablaba castellano pero en Monóvar, Pinoso y Petrel un valenciano cerrado. También añade que los habitantes de este partido judicial son fuertes, laboriosos, robustos y de un carácter altivo y reconcentrado.
Monóvar está situado en terreno muntuoso, como recostada en las faldas de una colina por cuyas inmediaciones corre el riachuelo Tarrafa, a la derecha del río Vinalopó. La baten todos los vientos, su clima es bastante templado y algo afecto a las enfermedades herpéticas producidas por su suelo salitroso.
El casco urbano se compone de 1.700 casas. Sus calles son por lo común algo incómodas por la disposición del pueblo y ser la mayor parte pendientes salvo la Calle Mayor, que atraviesa toda la villa de este a oeste. Hay cinco plazas tituladas del Mancebo, del Convento, de la Constitución, de la Iglesia y de las Malvas. Ésta última es la más grande y hermosa por ser de figura cuadrada, se halla destinada para hacer los mercados de los lunes y las corridas de novillo de tiempos de fiestas. En la de la Constitución se hace la venta de comestibles diarias y uno de sus lados lo ocupan las casas del Ayuntamiento y cárceles.
Teatro Principal
Su construcción data de 1857 a iniciativa de un grupo de personas acomodadas de Monóvar que querían dotar a la ciudad de un espacio donde se pudieran contemplar espectáculos teatrales y musicales. El edificio proyectado por el arquitecto José Ramón Mas y aprobado por la Real Academia de Nobles Artes de Valencia. Fue inaugurado el 7 de septiembre de 1858. Su planta, típica de los teatros a la italiana, con una caja como escenario, donde se ubica la tramoya y el patio de butacas, así como palcos y plateas bien diferenciados del espacio escénico, ha sufrido diversa reformas.
El ferrocarril: la línea Villena-Alicante
Después de la disolución de la Compañía Lara en 1845 José de Salamanca Mayol, primer Marqués de Salamanca, asumió la concesión de la línea Madrid-Aranjuez-Alicante tras encargar el estudio del proyecto a los ingenieros Juan Subarcase y Joaquín Peyronet. Para el desarrollo de la línea del “Ferrocarril del Mediterráneo”, se constituyó en 1.856 la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante, más conocida por sus siglas MZA, con participación del propio Marqués de Salamanca y sus socios financieros, entre los que se encontraba la Banca Rothschild y el grupo francés Chemin de Fer du Grand Central.
Como era costumbre en aquella época, para la construcción del tendido del camino de hierro se emplearon 500 presidiarios, a los que se alimentó y asignó salario y conmutación de pena. En 1855, con el estado de las obras ya avanzado, se incorporaba otro contingente de obreros. El recorrido de la línea por territorio provincial alicantino se extendía a lo largo de 70 kilómetros. El día 28 de diciembre de 1857, a las ocho de la tarde, se comunicó por telegrama desde Novelda la finalización de las obras. A las siete de la tarde del 3 de enero de 1958, partía desde Madrid a Alicante un tren especial en el que viajaba Don José de Salamanca, acompañado de numerosas autoridades y hombres de negocios. Como curiosidad, queda para la historia el tiempo empleado en aquel viaje: 19 horas. La inauguración oficial del ferrocarril tuvo lugar el 25 de mayo de 1858 con la asistencia de la reina Isabel II. En los actos de celebración contribuyeron todos los pueblos de la provincia con flores, productos típicos y bandas de música.
La conexión del ferrocarril Madrid-Alicante, jugó un importante papel en el desarrollo económico que contaba ya con una potente industria dedicada a la elaboración de vinos y a la fabricación de aguardientes, productos que se comercializaban en todo el mundo, siendo premiados y reconocidos ya en ferias internacionales. Los vinos, que se exportaban a EE. UU., Francia, Alemania, Rusia, Dinamarca, Suecia y Noruega fueron la base del desarrollo local.
En el Medio Vinalopó con la llegada de la línea del ferrocarril MZA (Madrid-Zaragoza-Alicante) en 1858, Villena, Sax, Elda, Monóvar y Novelda, cuentan con estación propia con cierta cercanía a su núcleo urbano y en donde fueron desarrollándose barrios de perfil industrial y comercial, además de residencial. Las poblaciones de Villena, Sax y Monóvar con un extenso cultivo de la vid, estaban más vinculadas al comercio del vino y encontraron una gran oportunidad para su desarrollo con la llegada de las vías del tren. El traslado de los caldos alicantinos a su puerto, en la capital, iba tomando cada vez más protagonismo para su exportación a Francia. En pocas décadas se construyeron edificios Bodega junto a las estaciones.
Vino y bodegas
La bodega La sin rival se fundó a mitad del siglo XIX en Monóvar. Comercializó vino, Fondillón, brandy y vermú, incluso horchata., La nueva compañía fue una iniciativa de los hermanos Emilio y Luis Pérez Verdú, dos ricos herederos que procedían de familias vinateras y en los que recayó una gran herencia procedente de sus padres y de la bodega Pérez Albert y Cía. fundada por su tío en 1820. Esta circunstancia les hizo ganar el apodo de «Los Mayorazgos» y con ese apelativo se conoció popularmente la bodega.
Dos grandes naves con toneles de vino y Fondillón flanqueaban un gran patio con zonas para la tonelería, licorería y vinagrería. El volumen de producción y comercialización era espectacular para el momento: dos millones de litros por año y la firma disponía de casa propia en Londres y Hamburgo. Fue tanto el negocio y la opulencia de la compañía que hasta encargó su propio himno musical titulado obviamente «La Sin Rival». Arriesgadas operaciones financieras condujeron a Pérez Verdú Hermanos a una suspensión de pagos en 1908 y posterior quiebra y subasta de todos los bienes en 1915. Llegó a vender los reservas de Fondillón a veinte pesetas el litro, el salario de un jornalero en un mes.
El Casino
En 1880 se fusionan el Círculo Agrícola-Industrial y el Casino del Teatro. Se crea la Sociedad Cultural Casino de Monóvar. Entonces se decidió construir un nuevo edificio. Se repartieron acciones de 500 reales amortizables por suerte que reeditasen el 6%.
Junto al edificio histórico sobresale el jardín. En el acceso principal por el carrer Sant Joan destaca la presencia de dos pinos canarios (Pinus canariensis) de más de 12 m de altura, juno a sendos ejemplares de Yucca elephantipes. Tras el edificio del Casino se sitúa una doble alineación de palmeras datileras (Phoenix dactylifera) en una explanada enlosetada, a cuyos laterales aparecen diversos ejemplares de Falsa pimienta (Schinus molle), con troncos de más de 2,5 m de perímetro.
Un pionero de la fotografía: Arturo Cerdá y Rico
Nació en Monóvar en 1844. Era hijo de unos ricos propietarios y comerciantes de Monóvar. En su adolescencia fue enviado a estudiar al colegio de los Agustinos de San Lorenzo del Escorial (Madrid) y más tarde estudió medicina en la facultad de San Carlos de Madrid. Vivió y ejerció de médico en un pueblo cercano a Úbeda -Cabra del Santo Cristo- , de donde era su esposa.
Su preferencia técnica era sobre todo la fotografía estereoscópica –con el veráscopo de Richard y el taxiphote- donde demostró su maestría. También se recreó en otras técnicas como la autocroma de Lumière. Fue pionero de la fotografía en color. Colaboró en muchas publicaciones, sobre todo con la revista giennense “Don Lope de Sosa” donde se publican muchos de sus trabajos. Se conservan sus negativos en vidrio realizados de 1899 a 1901: 11 de Alicante, 8 de Barcelona, 14 de Valencia, 1 de Xàtiva, 1 de Bocairent, 9 de Sevilla y 130 de Monòver.
Procesión del Entierro
El Diario de Monóvar en su edición de 9 de abril de 1887 da noticia de la procesión del Entierro en la que participan todas las cofradías. Se refiere a las imágenes de la Soledad y la antigua Piedad, titular de la cofradía de la Dolorosa. También habla de la figura de Els Armats, los legionarios romanos que desfilaban en la procesión del Entierro y además velaban el Santo Sepulcro haciendo guardias de una hora de duración delante de la iglesia.
Feria de Santa Catalina
La primera feria de Santa Catalina data de 1883, fue impulsada por los comerciantes y organizada por el Ayuntamiento. Tenía como objetivo promocionar las actividades económicas de la población, en unos tiempos en los que la más importante giraba en torno a la vid y su transformación en vino, vino que en buena medida se exportaba por haber arrasado la plaga de filoxera los viñedos franceses y de otras partes de Europa. Monóvar poseía por entonces 8.700 habitantes. Azorín, era un niño estudiante en los escolapios de Yecla. Se celebró la edición inaugural entre el 15 y el 23 de diciembre, pero el pueblo determinó que esas fechas navideñas no eran las más idóneas, por lo que se fijó el mes de noviembre, cuando no se celebraba feria alguna por los alrededores y además coincidía con la festividad de Santa Catalina de Alejandría, patrona de Monóvar.
Epidemia de cólera de 1885
En 1885 el entonces alcalde de Elda elaboró un listado de 333 eldenses fallecidos por esta enfermedad contagiosa. No he encontrado documentación pero dada la proximidad geográfica esta epidemia afectaría también a Monóvar. El beber agua que contenga el agente productor de la enfermedad, hace explotarla rápidamente. Apareció en Beniopa en octubre del 84 procedente de Marsella. En la primavera del 85 estaba extendido por toda la provincia de Alicante.
Declarada oficialmente la existencia del cólera morbo epidémico en la provincia de Alicante, fue publicado un plan de medidas de inmediata aplicación a ser observadas por las autoridades locales. Entre las principales disposiciones destacaban el aislamiento y fumigación de las casas donde ocurrieran casos, siquiera fueran sospechosos; la formación de las correspondientes juntas para la aplicación de auxilios, y la conminación a los distintos pueblos a que tomasen las debidas precauciones, y en lo que fuera posible a que se estableciera un punto de acordonamiento. La solución era vivir mucho en el interior de las casas. La gente salía lo indispensable. El agua hervida, el láudano y la verdura cocida estaban a la orden del día. El aislamiento, sin embargo, era el mejor remedio, no sólo porque evitaba el posible contagio, sino también porque ello impedía o entorpecía la llegada de malas noticias respecto a familiares y amigos atacados.
Título de ciudad
La Reina Regente, Maria Cristina, otorga el título de ciudad a Monóvar, el 24 de abril de 1900. En 2020 se cumplieron 120 años.
Este hecho histórico pasó desapercibido para la Corporación municipal a la hora de recordar esta fecha tan importante para la ciudad de Monóvar, como lo demuestra el hecho de la falta de previsión de actos o de cualquier tipo de celebración conmemorativa. La situación de confinamiento impedía acto spúblicos. La única formación política local que ha criticado este olvido ha sido el grupo de Veïns de Monòver al señalar que "lamentamos que, a pesar del confinamiento, este aniversario tan importante haya pasado desapercibido una vez más, incluso cuando se cumple una cifra redonda". Veïns critica que "no se haya hecho mención en los medios de comunicación municipales, tan solo una pequeña reseña en las redes sociales".
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