Programa:
V.
Barkauskas Konzertstück
für Orchestre No.
2, op. 103
W.
Lutosławski Concierto
para violonchelo
Wagner
Preludio
y Liebestod
del
drama musical Tristán
e Isolda
R. Strauss Poema
sinfónico opus 28.
Intérpretes:
Keri-Lynn
Wilson - directora
Nicolas Altstaedt - violonchelo
NFM
Wrocław Philharmonic
Vytautas Barkauskas fue uno de los artistas de vanguardia del siglo XX en Lituania. En su obra se movió entre la atonalidad libre y otras técnicas compositivas, que filtró a través de su lenguaje compositivo idiomático, que expresó en Konzertstück für Orchester No. 2, op. 103 de 1994.
Concierto para violonchelo de Witold Lutosławski se escribió entre los años 1969 y 1970 pensando en el legendario violonchelista Mścisław Rostropowicz, quien pronto estrenó esta obra con la Orquesta Sinfónica de Bournemouth dirigida por Edward Downes. Lo más destacado de la composición es la parte inusualmente virtuosa del violonchelo, que el propio Rostropowicz percibió como exigente, aunque fue lo que más tarde le valió un merecido triunfo en los escenarios del mundo. Se propuso cambiar un poco las funciones estructurales, para depositar todo el mayor peso expresivo de la pieza en el último movimiento. Algo así como invertir los papeles clásicos.Pero Lutoslawski, además de preocuparse por crear procesos formales interesantes que enganchen al oyente, y que en este concierto funcionan estupendamente, es considerado como el pionero en una técnica que llamó "contrapunto aleatorio". Es una forma de componer que como su nombre indica proviene de mezclar el contrapunto y la aleatoriedad. El concierto para violonchelo está estructurado en cuatro movimientos que van todos juntos sin interrupción.
El primero funciona como una cadencia para violonchelo solo, solo que no tiene el carácter virtuoso de las cadencias al uso, además de que funciona como introducción y no como culmen del concierto. Luego viene una segunda sección, larga, dividida en partes, donde se van presentando los distintos instrumentos de la orquesta además de desarrollarse el material que ha expuesto el violonchelo en la introducción. Es una parte larga donde las distintas secciones se van viendo interrumpidas por una especie de pequeña fanfarria de metales. La tensión va en aumento y llegamos a una cantilena, preciosa, donde el violonchelo lleva la melodía y el resto de la orquesta le acompaña dirigiéndose todos poco a poco a la última sección del concierto donde todos los materiales están presentes. Una sección con mucha fuerza que finalmente desaparece para terminar como al principio.
Finnish Radio Orchesta Symphony Orchestra Chelo: Nikolas Altstaed. En Helsinki.(22 min 34 seg)
Tristán e Isolda de Richard Wagner es quizás la obra más personal del artista. El impulso para su creación fue para el compositor el desdichado amor por su musa, Matilda Wesendonck, así como la filosofía de Arthur Schopenhauer. Sobre todo, el título de la obra esconde un drama musical verdaderamente revolucionario que cambió el destino de la escena operística. Sobre esta base, Wagner desarrolló un lenguaje compositivo innovador, que para algunas personas fue un presagio de la atonalidad. Durante el concierto se escucharán el característico Preludio y Liebesto, que coronan la obra y representan el momento en que Isolda llora al difunto Tristán.
OSG 2014
El Preludio y el Liebestod (Amor-Muerte) constituyen el principio y el final de la ópera. El Preludio se abre con los violonchelos tocando suavemente cuatro notas. La última nota se desvanece en un extraordinario acorde tocado por oboes, fagotes y corno inglés. Este acorde, el famoso "acorde de Tristán", suena extraño porque es una disonancia no resuelta, una forma académica de decir que suena como si condujera a algo. Pero como Wagner, en este punto, retiene la resolución, el acorde es, en este punto, un comienzo sin final.
Isolda acaba de llegar para encontrar a Tristán muerto cuando comienza el Liebestod. Su entorno mundano se desvanece mientras contempla la posibilidad de hundirse inconsciente en la dicha suprema y consumar finalmente su amor con Tristán en la muerte. El pasaje alcanza su punto álgido cuando las "olas de brisas refrescantes" comienzan a envolver a Isolda (en las palabras "Heller schallend, mich umwallend") y de nuevo cuando se imagina expirando en "la vasta ola del aliento del mundo" ("in des Welt-Atems wehendem All"). Se hunde mientras los vientos, sobre luminosos violines, flotan hacia una resolución del acorde del Preludio.
Liebestod Orquesta nacional de Paraguay Maestro Navarro Lara
Sinfónica Simón Bolívar Dudamel
Los sonidos brillantes de un poema sinfónico. Op. 28, de Richard Strauss serán los últimos en escucharse. Todo un espectro de colores musicales y una excelente instrumentación.
El catálogo de las obras de Strauss es nutrido: además de las 15 óperas, tres ballets, dieciocho lieder con orquesta y ciento cuarenta con piano. Cuatro sinfonías, ocho poemas sinfónicos, dos suites de orquesta, la Metamorfosis y conciertos para piano, violín, trompa, oboe, clarinete, y fagot.
El título completo de este poema sinfónico es Las divertidas travesuras de Till Eulenspiegel según el cuento picaresco, en forma de rondó, caracterizado por la alternancia de un estribillo y refranes. Fue compuesta en 1895 y estrenada en el mismo año. Este maravilloso cuento musical, sin duda el poema sinfónico más famoso de Strauss, es un modelo de la obra de orquesta con programa, como sucesión de imágenes.Till Eulenspiegel era un héroe popular campesino del folklore del norte de Alemania y los Países Bajos. Los violines frasean la introducción del cuento. Los dos temas que representan a Till son interpretados por la trompa y el clarinete en RE, respectivamente.En la actualidad se interpreeta con clarinete en mi bemol. El tema de la trompa es una melodía cantarina que alcanza un clímax, cae y finaliza con tres notas largas y fuertes, cada vez más graves. El tema del clarinete es astuto y zalamero.
Orquesta sinfónica de la WDR 2007
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